Argentina completó su primera práctica de cara a la serie con Italia

El equipo de Copa Davis de la Argentina completó su primera práctica en la ciudad de Pesaro, con la mira puesta en la serie de cuartos de final que animará con Italia el 15, 16 y 17 de julio, en una sesión que se llevó a cabo bajo un calor agobiante y dividida en dos grupos de trabajo.
En ese contexto, el capitán Daniel Orsanic dispuso por primera vez de la cancha central de polvo de ladrillo del Circolo Tennis Baratoff, y diagramó un entrenamiento muy exigente con los tenistas Juan Mónaco y Guido Pella, más el subcapitán Mariano Hood.
En tanto, el tandilense Juan Martín Del Potro entrenó aparte, en el Pesaro Tennis, un club ubicado en la periferia de la ciudad capital de la provincia de Pesaro y Urbino, al nordeste de Italia, a 370 kilómetros de la capital Roma.
El otro integrante del equipo, el azuleño Federico Delbonis, sólo realizó un reacondicionamiento físico en el Circolo de Tennis Baratoff y recién mañana comenzará con los trabajos de cancha, para adaptarse a la superficie y al clima, luego de haber concluido la gira sobre césped que tuvo como punto culminante el abierto de Wimbledon.
«Me siento muy bien. Ni bien terminó mi participación en Wimbledon, preferí quedarme en Europa para evitar el largo viaje de ida y vuelta a la Argentina, y también el cambio climático, no probé la cancha pero espero hacerlo a partir de mañana», comentó Delbonis a Télam.
El azuleño quedó rápidamente eliminado de Wimbledon al perder en la ronda inicial con el italiano Fabio Fognini en cinco sets, un tenista que será el rival a vencer en la serie del próximo fin de semana.
En tanto, «Pico» Mónaco y el bahiense Pella, arribados ayer a Pesaro, jugaron un partido durísimo bajo una temperatura que alcanzó los 36 grados, algo usual en la ciudad en esta época del año, en pleno verano europeo.
El tandilense Mónaco y Pella se habían entrenado la semana pasada en el Racquet Tennis Club de Buenos Aires, ambos con remeras térmicas y calzas, bajo una temperatura de 13 grados en el invierno porteño y del resto de Sudamérica, con condiciones climáticas diametralmente opuestas.
«Se pudo conocer la cancha, probarla, la primera observación es que tiene demasiado polvo de ladrillo, eso impide patinar, sobre todo a tenistas como Mónaco que se desplaza bastante de esa manera, así que ya pedimos que la limpien un poco», comentó el subcapitán y ex doblista de Copa Davis, Mariano Hood, en diálogo con Télam.
Argentina, que superó en la ronda inicial a Polonia por 3-2 en marzo de este año, en una serie jugada en Gdansk, llegó a Pesaro con el tiempo suficiente de anticipación para intentar alcanzar nuevamente las semifinales, tal como ocurrió el año pasado, cuando perdió en esa instancia con Bélgica.
«Llegamos muchos días antes y eso está bueno para poder convivir en equipo y preparar la serie como corresponde», añadió Hood, respecto de una formación que tendrá tres regresos, los de Del Potro, Mónaco y Delbonis, y una sola cara repetida respecto de la serie ante los polacos, la de Guido Pella.
Los ausentes ante los italianos serán Carlos Berlocq, Renzo Olivo y el correntino Leonardo Mayer, preso de una lesión en el hombro derecho que lo tuvo a maltraer desde marzo pasado y le impedirá continuar con su racha en la Davis, ya que ganó los últimos 11 partidos que jugó, entre singles y dobles.
Italia, que eliminó en la ronda inicial a Suiza en marzo pasado con un marcador global de 5-0 (los helvéticos no tuvieron a sus dos figuras, Roger Federer y Stan Wawrinka), recién comenzarán a practicar mañana con una formación que tiene como líder a Fognini y se completa con Andreas Seppi, Paolo Lorenzi y Marco Cecchinatto.
La serie no tiene un favorito definido, y el premio para el ganador será el pase a semifinales, donde tocará Gran Bretaña o Serbia, que jugarán también el 15, 16 y 17 de julio en Belgrado.
Los cuartos de final se completarán con los cruces entre Estados Unidos y Croacia, en Portland, y la República Checa ante Francia, en la ciudad de Trinec.
Argentina entrenará mañana en doble turno, ya con el equipo completo en la cancha central del estadio con capacidad para 6.000 espectadores, y el capitán Orsanic comenzará a diagramar la estrategia de juego para intentar superar al fuerte equipo italiano.