Érica fue madre a los 13 y estaba disconforme con su físico. Se sometió a una operación reparadora sin la autorización de sus padres y pelea por su vida.
Su obsesión por un detalle estético natural e irrelevante la llevó a jugar con su vida. Seguramente Érica Carrasco Coats Lucas (15) no imaginaba este trágico desenlace cuando les robó $30 mil a sus padres y falsificó sus firmas para poder operarse a escondidas en una clínica privada de Flores. Las estrías de su embarazo –a los 13- la atormentaban, pero sus papás no la autorizaban a hacerse una cirugía estética. Ahora, la menor está en coma farmacológico por un edema pulmonar que le causó la anestesia.
Los padres están desesperados y nadie habla en la Clínica Neuquéndonde polémicamente aceptaron el dinero de una menor sin presencia de un adulto y procedieron a la intervención quirúrgica. Fue una amiga de la joven quien le recomendó el lugar y quien notificó que Érica había falsificado la firma. Además, los familiares encontraron el comprobante de pago de la operación reparadora en el dormitorio de la víctima.
«Esto es una barbaridad, una locura que se genera en el mismo momento que una clínica le acepta dinero a una menor que se va a operar. En mi poder se encuentra un recibo de $9 mil y el otro de $21 mil está en la comisaría, donde se denunció lo sucedido», contó Fernando, el tío de la víctima.
«Uno advierte cuando hay intención de tapar todo. En la comisaría no me quisieron dar una copia de la denuncia y en el Centro Quirúrgico Neuquén me dijeron que allí no habían operado a nadie. Alguien tendrá que hacerse responsable de lo que le pasa a Erika», cuestionó el hombre.
La menor se encuentra internada en coma farmacológico en el Hospital Álvarez por un edema pulmonar agudo, producto de la anestesia, por lo que su estado de salud es reservado. Los familiares denunciaron que desde la clínica y la comisaría intentaron «tapar todo».
