Primo Corvaro y Montserrat Giménez, encargados de formar la comisión normalizadora del fútbol argentino, lo recibieron en la sede de la calle Viamonte; enojado, el ex entrenador del seleccionado dijo: «No me hablen de Superliga, primero que limpien la AFA»
Hace un mes, la FIFA desmintió que fuera a ocupar un puesto oficial en la Comisión Normalizadora que busca volver a poner en orden una AFA descontrolada. Pero Diego Maradona es una imagen muy fuerte, difícil de eludir. Y este miércoles se presentó en la sede de la calle Viamonte 1366 para reunirse con Primo Corvaro, enviado de la FIFA, y con Montserrat Giménez, representante de la Conmebol.
Maradona no conoce de situaciones normales. Se enojó porque Corvaro interrumpió la reunión por una ocupación y explotó: «La reunión fue para atrás. El señor Camargo (sic) tuvo que irse. Y a mí no me interrumpe nadie una reunión».
Maradona llegó con una carpeta de diez puntos para «refundar una institución que está devastada». Los dos emisarios de FIFA y Conmebol intentaron lidiar con estas exigencias del ‘Diez’, pero se tornó muy difícil por el tono y el ímpetu del ex DT del seleccionado. «Yo tengo el respaldo de Gianni (Infantino) y se tiene que hacer a mi modo». La delegación internacional le hizo entender que todo debía hacerse bajo los estándares de FIFA, pero que podría llegar a ser un asesor privilegiado. «Que asesor, ni asesor. Yo tengo que estar al frente», respondió con vehemencia Diego, que estuvo acompañado por el abogado Vìctor Stinfale