Los representantes de la cooperativa que se hizo cargo de la planta de Puerto Rico firmaron un contrato de locación con el propietario, Horacio Luft. La fábrica comenzará a trabajar con 30 empleados, luego de más de un año de inactividad. Evalúan ampliar su línea de productos sumando envases de cartón.
La tradicional fábrica de bolsas de papel La Arminda volverá a trabajar el lunes próximo, luego de más de un año de que sus propietarios originales decidieran cerrarla. La reactivación llega de manos de los propios trabajadores, que conformaron una cooperativa a efectos de hacerse cargo del negocio. Luego de avanzar en cuestiones administrativas y técnicas, los representantes de la cooperativa cumplieron hoy con el último paso necesario para volver a trabajar: firmaron un contrato de locación que le permitirá operar la fábrica durante un año.
Gabriel Berón, presidente de la Cooperativa Bolsas Kraft ex Arminda Limitada, afirmó que tienen todo listo para empezar. “Hay insumos dentro de la planta, las máquinas están en buen estado a pesar de que tienen sus años y, lo más importante, tenemos clientes dispuestos a comprar nuestra producción”, indicó.
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Explicó que firmaron un contrato de un año con el propietario de fábrica, para analizar los números y conocer de modo certero el nivel de rentabilidad que puede alcanzar y que la idea es negociar el año próximo un contrato de comodato.
El desafío en la primera etapa de la cooperativa será recuperar los clientes que tenía La Arminda ofreciendo la misma línea de productos, básicamente bolsas de papel kraft de distintos tipos, tamaños y calidad y luego elaborar empaques de cartón.
En los más de veinte años que precedieron al cierre de la empresa, que ocurrió en mayo del año pasado, La Arminda S.A. había logrado instalarse en el mercado nacional como una oferente reconocida en su rubro. Entre sus principales productos se destacan envases de papel de uno y varios pliegos, impresos en hasta cuatro colores mediante sistemas flexo gráficos. Se confeccionan bolsas con válvulas, bolsas con boca abierta, bolsas con abre fácil y bolsas patente, entre otras, que se utilizan para empaquetado de almidón, harina, azúcar y en especial las tradicionales bolsas de cemento.
Otro producto que caracteriza a la empresa son los empaques con lámina de aluminio que se utilizan para exportar alimentos, especialmente a países de la Unión Europea que exigen ese tipo de envases.
Según indicaron los propios trabajadores, la crisis de la empresa no respondió a condiciones de mercado ni factores externos, sino principalmente a una falta de conducción que se dio luego de las muertes, primero del fundador y luego de uno de sus hijos.
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JRC EP
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