Una nueva frustración: Argentina perdió por penales otra vez y Chile se quedó con la Copa América

Argentina sumó una nueva frustración esta noche. Chile le ganó por penales la final de la Copa América por 4-2, tras empatar ambos equipos 0 a 0 al cabo del tiempo reglamentario y del alargue, igual a lo sucedido hace un año cuando la selección trasandina se coronó en su país.

Leonel Messi erró su tiro desde el punto del penal y no pudo aprovechar el primer tiro de Arturo Vidal, atajado por el misionero Romero. Más tarde, Bravo le contuvo el penal a Lucas Biglia y abrió la puerta para la definición a favor de los chilenos.

Javier Mascherano y Sergio Agüero convirtieron los suyos para Argentina. Para Chile, dirigido por el argentino Juan Antonio Pizzi, facturaron Nicolás Castillo, Charles Aranguiz, Jean Beausejour y Francisco Silva.

El último titulo que ganó la Argentina fue la Copa América de 1993 en Ecuador.

La Argentina suma así su tercer final consecutiva en los últimos tres años que pierde. La primera fue en 2014, al caer en la final del Mundial ante Alemania. Luego vinieron las dos Copas Américas de 2015 y 2016, perdidas ambas ante Chile y de la misma forma.

El equipo de Gerardo Martino no jugó bien, aunque tampoco fue superado por su rival. Incluso, Argentina tuvo algunas situaciones claras en los pies de Higuaín y Kun Aguero, pero no pudo definirlas. Chile también obligó en un par de oportunidades a Romero, que respondió siempre con solidez. Messi jugó bastante bien esta final, con algunos arranques y combinaciones con Higuain, primero, y más tarde con Aguero. Fue muy golpeado por los defensores chilenos.

El árbitro brasileño Heber Lopes expulsó a un jugador por equipo en el primer tiempo de los 90 minutos reglamentarios: al mediocampista chileno Marcelo Díaz (29m.) por doble amonestación, tras dos entradas a Lionel Messi, y al defensor argentino Marcos Rojo (43m.) con roja directa ante una infracción sobre  Arturo Vidal.

En un partido con gusto a revancha, la Selección dominó el juego pero no pudo quebrar a Chile. El equipo argentino jugó mejor el primer tiempo y marcó la diferencia ante un rival al que le costó mucho tener la pelota y generar peligro frente al arco de Chiquito Romero.

Argentina tardó solo treinta segundos en tomar el control de la pelota. Éver Banega sacó un remate de media distancia que pasó al lado del palo derecho de Claudio Bravo. En poco tiempo el equipo argentino logró acomodarse en el campo de juego y marcar el ritmo del partido.

Desde el inicio presionó la salida chilena con constancia y buscó usar el error del rival como una herramienta para llegar al gol. Así Gonzalo Higuaín tuvo la oportunidad más clara luego de interceptar un pase atrás que quedó corto. El Pipita quedó mano a mano, tocó la pelota por arriba del arquero pero Medel evitó que el balón entrara.

El partido estuvo marcado por un juego ríspido y discusiones permanentes adentro y afuera de la cancha. Pizzi y Martino se sacaron chispas al borde de la línea mientras que los futbolistas le dieron vida a un juego con demasiada fricción. La temperatura empezó a subir en el medio del encuentro y las faltas se sucedieron hasta que el árbitro Lopes puso un límite.

 Primero Marcelo Díaz dejó con diez jugadores a Chile. Sumó dos amarillas luego de cometerle dos infracciones a Messi. Luego llegó la expulsión de Marcos Rojo. El lateral vio la roja cuando fue con demasiada dureza a disputar una pelota con Arturo Vidal. El árbitro brasileño no lo dudó y lo expulsó sin me

En poco más de diez minutos, Argentina llegó tres veces al arco chileno y marcó la diferencia. Un cabezazo de Otamendi que se fue al lado del palo, un remate de Di María que pasó cerca del travesaño y otro que quedó en las manos de Bravo, fueron los intentos más consistentes que tuvo el equipo del Tata.

En el segundo tiempo, Argentina siguió dominando la pelota pero le costó más llegar al arco. No tuvo la precisión de los primeros minutos y la intensidad en la presión. La ausencia de Rojo obligó al equipo a pararse más atrás y a Martino a encontrar un orden táctico para no sufrir las subidas de los laterales chilenos.

A los 6′ el Tata decidió que Kranevitter ingresara por Di María, quién había llegado al partido con lo justo luego de recuperarse en tiempo record de un desgarro. Veinte minutos después el Kun Agüero ocupó el lugar de Higuaín y le dio mayor movilidad al equipo en los metros finales.

En el complemento, Argentina sintió la presión del resultado y de la falta de títulos que lo aqueja desde hace 23 años. Chile embarró el partido con faltas simples y la Selección perdió la claridad para triangular en suelo rival. Ni Banega ni Messi pudieron imprimir sus estilos de juego en un duelo friccionado y un nerviosismo constante sobre el césped.

No pudieron sacarse diferencia en los noventa minutos y disputaron un alargue al que no le faltó emoción. En el primer tiempo suplementario Agüero tuvo la más clara. Luego de un centro de Messi, metió un  cabezazo al ángulo que parecía ser imposible de sacar para Bravo. Pero el arquero chileno se estiró al máximo posible y alcanzó a desviar la pelota al córner.

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