Una inspección judicial en el Escuadrón 9 de Gendarmería de la ciudad de Oberá, donde operó un centro clandestino de detención durante la la última dictadura militar, se realizó este mediodía encabezado por la jueza federal de Posadas, María Verónica Skanata, confirmaron fuentes judiciales.
Además de funcionarios judiciales participaron de la inspección, el diputado de la comisión de Seguimiento de delitos de Lesa Humanidad de la Legislatura provincial, Héctor Escobar y la subsecretaria de Derechos Humanos de la provincia, Amelia Báez como parte querellante de los juicios de Lesa Humanidad que se llevan adelante en Misiones.
Los mismos estuvieron acompañados por víctimas que estuvieron detenidas en ese período, quienes indicaron los lugares donde fueron torturados y recordaron detalles de los tormentos a que fueron sometidos en su momento.
Uno de ellos, Alberto Krujoski, integrante del Movimiento Agrario de Misiones señaló que mucho no pudo ver «porque estaba continuamente con los ojos vendados», y agregó que estuvo detenido «un tiempo en el Escuadrón 9 de Oberá y luego en Posadas».
“Yo estaba trabajando en la plantación de tabaco cuando me vinieron a buscar a mi chacra cerca de Oberá”, recordó Krujoski, al tiempo que reveló que “querían saber dónde estaban las armas, que teníamos pensado hacer y donde estaba Pedro Peczak, pero nosotros no sabíamos nada de lo que nos estaban preguntando”, aseguró una de las víctimas.
Enrique Pedro Peczak, fue un dirigente del Movimiento Agrario Misionero (MAM), que fue secuestrado, torturado y asesinado por fuerzas militares durante la última dictadura.
Por su parte la segunda víctima, José Micoluk, señalo que lo fueron a buscar de su aserradero gendarmes vestidos de civil y recordó que lo maniataron y le vendaron los ojos, “hasta que nos trajeron acá a Gendarmería donde nos metían patas para arriba en unos tachos con agua y nos preguntaban donde estaban las armas y donde pusimos las bombas”, según relató Micoluk.
Agregó que debido a las continuas torturas, “en un momento hasta yo dudaba si hice algo malo o no, porque nos atormentaban con las mismas preguntas”, dijo y comentó que tras unos días de sufrimiento lo trasladaron a Posadas donde lo liberaron advirtiéndole que permanezca con la boca cerrada, “porque sabían donde encontrarnos de nuevo si decidían buscarnos”, concluyó Micoluk con un dejo de tristeza en sus ojos.
La jueza María Verónica Skanata, que no quiso dialogar con la prensa, está investigando delitos de Lesa Humanidad, cometidos en dependencias del Escuadrón 9 de Gendarmería, fuerza que operó como parte del terrorismo de estado y por el cual fueron condenados la mayoría de los responsables civiles y militares a través de distintos juicios orales realizados en los últimos años en los fuero de la justicia Federal de la provincia.
