Ratificaron la absolución del tirador serial de Belgrano que mató a Alfredo Marcenac

La Cámara Federal de Casación Penal (CFCP) confirmó el fallo que absolvió por segunda vez y por ser «inimputable» a Martín Ríos, el denominado «tirador serial de Belgrano» que asesinó a Alfredo Marcenac y cometió varias tentativas de homicidio en cuatro ataques ocurridos entre 2005 y 2006, informaron hoy fuentes judiciales.
La sala III de la CFCP rechazó el recurso que la querella de los padres de Marcenac, Mónica Beatriz Bouyssede y Adrián Enrique Marcenac, presentaron contra la sentencia del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 26, que en julio del 2014 absolvió al procesado en un segundo juicio oral que se hizo por el caso.
Además, dispuso la internación de Ríos (37) en el área neuropsiquiátrica del Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza al considerarlo «peligroso para sí y para terceros».
Al ratificar la decisión del TOC 26, los camaristas federales Gustavo Hornos, Juan Gemignani y Mariano Borinsky ponderaron los informes y conclusiones de los médicos forenses que examinaron a Ríos.
De acuerdo a los psiquiatras y psicólogos que lo avaluaron, «Ríos no tuvo la mínima capacidad como para poder comprender lo disvalioso de su conducta ya que, más allá del rótulo nosográfico en el que se lo pretenda encuadrar tenía una comprensión psicótica de la realidad, lo cual lo llevó a actuar de la manera que lo hizo».
La Sala III de la CFCP sostuvo que «los recurrentes -es decir la querella de la familia Marcenac-, no logran rebatir las fundadas conclusiones a las que llegaron los magistrados del tribunal oral».
Agregó que «más allá del encuadre clasificatorio que pudiera darse al desorden que padece el nombrado Ríos, es acertado concluir que al momento de los hechos éste no podía comprender la criminalidad de su conducta».
También mencionan otro informe médico, realizado en 2009, en el que se consignó que Ríos «presenta una afección mental bajo la forma clínica de trastorno esquizofrénico defectual con antecedentes de abuso de sustancias psicotóxicas; que es posible remontar el comienzo de la enfermedad a los 14 años».
Para el tribunal de Casación «no puede olvidarse que el principio de ‘in dubio pro reo’ (beneficio de la duda), impide que se condene a una persona imputada de un delito si no se obtiene la certeza también acerca de su capacidad de culpabilidad».
Con este fallo, Ríos volvió a evitar la cárcel común y continuará internado en el Hospital Penitenciario Central (HPC) del complejo de Ezeiza, bajo tratamiento psiquiátricos en el área donde funciona el Programa Interministerial de Salud Mental Argentino (Prisma).
Ríos ya había sido absuelto en un primer juicio realizado en 2009 cuando el TOC 12 porteño lo declaró inimputable, pero en 2010 otra sala de la Casación Penal anuló parcialmente el fallo y ordenó la realización de un nuevo debate aunque sólo por la cuestión de la imputabilidad.
Los cuatro hechos -el ataque a un colectivo con dos heridos; a una confitería con una baleada; a un tren en movimiento; y los disparos en la avenida Cabildo donde murió Marcenac- y la autoría de Ríos, ya estaban dados por probados.
En este segundo debate, cuatro psiquiatras y psicólogos del Cuerpo Médico Forense coincidieron en que «el tirador de Belgrano» padece un cuadro psicótico de esquizofrenia y que era «imposible» simular durante tantos años.
En el primer debate, el perito de parte de la defensa de Ríos, el psiquiatra mariano Castex afirmó sobre el imputado que «no distingue entre estar jugando con una PlayStation tirándole a los pajaritos y estar en la calle matando gente».
En ambos juicios, la querella de los padres del estudiante de 18 años de Necochea, había pedido que Ríos fuera condenado a prisión perpetua por el delito de «homicidio agravado por placer en concurso real con el de portación ilegal de arma de guerra».
Los padres de Marcenac se mostraron indignados con ambos fallos, criticaron al sistema judicial, a los jueces y a los peritos que actuaron en la causa.
El 6 de julio del año 2006, alrededor de las 16.45, Ríos caminó por la vereda par de la avenida Cabildo al 1700 en dirección a la calle José Hernández -desde La Pampa-, extrajo de su cuerpo una pistola Bersa, modelo Thunder 380 super y disparó al menos 13 proyectiles en dirección a los ocasionales transeúntes.
Alfredo Marcenac fue alcanzado por balas que impactaron en su cráneo, tórax y abdomen, lo que provocó su deceso, mientras que otras seis personas resultaron heridas de bala.

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