Chueco acusó a Casanello y Marijuán de cobrar para hacer más lento el caso Lázaro Baéz

Horas después de que fuera procesado de nuevo en la causa por lavado de dinero que involucra a Lázaro Báez y su entorno, se conoció este miércoles la carta que Jorge Chueco le dejó a su esposa Patricia en la que le dijo que iba a suicidarse. En ella, acusa al juez Sebastián Casanello y al fiscal Guillermo Marijuán de «cobrar dinero» para demorar la causa. El abogado estuvo desaparecido durante cinco días tras ser visto en Puerto Iguazú, y fue detenido en Encarnación.

La existencia de la misiva se supo desde el momento en que la familia de Chueco informó su desaparición. Y aunque el escrito fue hallado en uno de los hoteles de Misiones en los que se hospedó, hasta ahora no había salido a la luz su contenido.

El abogado fue señalado por Leonardo Fariña como un pilar clave en la arquitectura de lavado de dinero que se le endilga a Báez y sus empresas. Aunque en su declaración –en la que dijo que «lamentablemente» no pudo quitarse la vida– se desligó del caso, en la carta reconoce que está involucrado, pero se asigna un rol menor: «Maldigo desde mis entrañas haber permitido y haberme involucrado con las personas que apresuraron mi destino», asegura.

«El maldito caso Báez me agravó el tema y me infectó el alma. Ahora donde aparezco yo además como un delincuente más de esa mafia, la enfermedad y mi conciencia llegaron a un límite», escribió. La enfermedad a la que refiere es un cáncer de intestino, que le diagnosticaron en Miami. Su decisión fue no operarse, pese a la recomendación médica.

El documento contiene también una dura acusación contra el juez Casanello y el fiscal Marijuán. Afirma que ambos cobraron dinero con el objetivo de «lentificar» el caso. Y añade: «Pero hoy en día el tema revivió para mal y para mal mío».

 

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En cuanto a la decisión que tomó cuando escapó, detalló: «El día lunes me doblaba de dolor cuando iba a San Isidro y presentí que todo llegaba a su fin. Solo me subí al auto y me fui no sé por dónde ni adónde».

«No ver más a Andrea, Marina y Bárbara ni a Sara, Sofía e Iván contribuye a matarme más rápido. No verte más a vos: contribuye a matarme más rápido. Mientras escribo esta carta todavía vivo, trato de imaginar si alguna vez los veré de nuevo. Pienso que no», indicó.

La carta tiene una indicación para su esposa. «Para saber lo que podés recuperar económicamente hablá con Asenjo, Miceli y Teresa. Si podés hacelo rápido y quedate con todo el dinero que puedas. También si es posible dale algo a mis hijas mayores y a los empleados. Mi mundo de perdedor se acabó y era hora».

El texto termina con un pedido de «perdón» y la esperanza de que sus hijos lo recuerden «bien».

Tras ser capturado en la ciudad paraguaya de Encarnación, Chueco está detenido en el penal de Ezeiza, en donde también se encuentran Báez y el contador Daniel Pérez Gadín. Los tres acusados fueron procesados primero por la grabación que registró cómo se contaban más de cinco millones de dólares en la financiera conocida como «La Rosadita». Ahora sumaron un segundo procesamiento por lavado en una maniobra por la que se ingresaron a las cuentas de Austral 33 millones de dólares, mediante 9 cheques provenientes de la financiera Helvetic Services Group, con los que compraron bonos de la deuda pública. Los cheques fueron endosados por Chueco.

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