Michalec conducía a más de 170 kilómetros por hora cuando chocó a Warenycia

Esta semana se le envió la notificación a las partes y quien leyó el contenido del documento quedó helado: el auto que impactó contra la camioneta que conducía la artista plástica y escritora Teresa Warenycia, quien perdió la vida en el acto por ese impacto, iba a más de 170 kilómetros por hora por el acceso Sur. El BMW era guiado en ese momento por la única imputada que tiene la causa, la joven Belén Michalec (19), por lo que su situación quedó aún más comprometida.
El choque en cuestión, que conmovió a toda la sociedad misionera, no solo por lo conocida que era la víctima, sino porque volvió a poner sobre el tapete el debate sobre el alcohol al volante, sucedió en el acceso Sur de Posadas, casi a la altura de la rotonda previa al puente sobre el arroyo Zaimán, la mañana del 22 de noviembre de 2015. Es decir que en una zona donde la alta velocidad es sinónimo de riesgo letal para el conductor y para terceros.
La pericia que había ordenado en su momento el juez de Instrucción Dos, César Yaya, concluyó que el BMW estaba en perfectas condiciones y que el desencadenante de la tragedia fue el exceso de velocidad. El auto iba a más de 170 kilómetros por hora cuando impactó contra la camioneta Fiat de Warenycia.
Michalec iba al mando porque le habría cedido el volante el sindicado como dueño del coche, Oscar Ramos (45). Ambos regresaban a Posadas desde una fiesta privada en Cerro Azul junto con otras tres chicas. Todos resultaron heridos, porque el BMW quedó con serios daños materiales tras el impacto y posterior despiste.
A la joven Michalec, el test le dio 1,27 gramos de alcohol en sangre, muy por arriba de los 0,5 que permite la Ley Nacional de Tránsito. Como ella comandaba el auto, terminó imputada del delito de “homicidio culposo en accidente de tránsito y lesiones”. Le prohibieron volver a conducir, tuvo que cubrir una fianza de 50 mil pesos y tiene la obligatoriedad de presentarse periódicamente en el juzgado de Yaya.
Sin embargo, en las últimas semanas, la querella (que representa a los familiares de la víctima) imputó tanto a Michalec como a Ramos del delito de homicidio “doloso”, es decir que hubo intención de matar. Incluso ambos fueron citados a indagatoria, pero la medida se suspendió, porque la defensa de la chica, a cargo de la doctora Roxana Tamara Ramírez, presentó un recurso de revocatoria con apelación en subsidio contra el llamado a interrogatorio. Esto porque entiende que el querellante no tiene facultades para imputar un hecho distinto al que imputa el fiscal o el juez y que puede ser más gravoso. Ese recurso está bajo análisis. Lo que se decida sentará un precedente.
El Código Procesal Penal de Misiones, en su Artículo 81, dice sobre las facultades del querellante: “Admitido el querellante particular, puede actuar en el proceso para acreditar el hecho delictuoso y la responsabilidad penal del imputado en la forma que dispone el presente Código. Su actuación tiene los mismos alcances y limitaciones que el Ministerio Público Fiscal. En ningún caso la actividad del querellante particular está subordinada a las directivas o conclusiones del Ministerio Público Fiscal”.

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