¿Estamos perdiendo competitividad?

La competitividad es el factor que hace que aquello que se produce, sea fácilmente colocado en el mercado por sus precios competitivos
Analicemos algunos casos concretos:
1) MADERAS. Los bosques implantados en nuestra provincia y Corrientes, son la mayor fuente de provisión de maderas de pino utilizables tanto en las fábricas de pastas de papel como en las industrias del aserrío con destinos a la construcción, tableros MDF, muebles y muchos otros usos,. Al contrario de la creencia común, el salario no es el factor determinante de nuestra competitividad. Esta está dada por la productividad hora/hombre para fabricar un producto. No es lo mismo que en una fábrica se necesite dos horas/hombre para fabricar una puerta, que en otra se necesite una sola hora. En este escenario, también juegan como factores negativos, la falta de disciplina laboral y capacitación del operario en la tarea que realiza, , los múltiples inconvenientes para llegar a destino por los cortes de rutas por diversos motivos, donde, a veces, un pequeño sector paraliza el transporte, como ha sucedido con los cortes de rutas y puentes en los accesos de Posadas. Hoy existen dos factores positivos en este encuadre y son el tipo de cambio libre que permite recibir las divisas, a diferencia de la administración anterior, a precios del mercado y los subsidios que otorga el IFONA a la actividad forestal que normalmente cubre los gastos de plantación y mantenimiento en los primeros años y que no se da en muchos otros países. Como factores negativos tenemos la distancia de los principales centros de consumo, donde el casi exclusivo transporte camionero, nos hace perder competitividad frente a regiones que tienen transporte ferroviario o fluvial.
2) ALMIDÓN. Los agricultores misioneros que se dedican a la plantación de mandioca tienen en estos últimos años dificultades para colocar su producción por el ingreso de esta fécula desde Paraguay, Brasil y Tailandia. Como la plantación de mandioca afecta a miles de familias misioneras, es necesario profundizar en qué lugar de la cadena productiva existen falencias que no nos permiten ser competitivos. No podemos considerar el salario como motivo, pues el agricultor misionero trabaja con su familia que no perciben salario al contrario de grandes explotaciones de Paraguay que tienen trabajadores jornalizados y una explotación mecanizada. ¿Reside allí la diferencia de competitividad?.
La mandioca forma parte de la dieta de muchos misioneros y suplanta al pan en muchas comidas, como en nuestro tradicional asado, y su uso se está extendiendo a muchas otras regiones del país y en especial en la capital y la provincia de Buenos Aires donde nuestro tradicional chipá es ofrecido en panaderías y venta callejera. El defecto negativo de este tubérculo es que su conservación al natural es de pocos días y requiere conservación en frio. Es una planta noble, pues aparte de los tubérculos, el tallo y las hojas sirven como alimento para animales. Existen muchísimas variedades de mandioca y con el asesoramiento del INTA, habrá que seleccionar aquellas que mejor se adecuen a nuestro clima y se encuentren en condiciones de ser consumidas durante todo el año.
Creemos que la devaluación del tipo de cambio oficial que anteriormente se cotizaba a $ 9.oo por dólar y hoy a $ 14.50 le otorga mayores posibilidades de ser competitivos para desplazar parte de las importaciones y ser proveedores de la demanda industrial.
El almidón, no solo se usa en la industria alimenticia de diversas maneras, sino también tiene cabida en la industria farmacéutica, papelera, química, textil y de adhesivos. En estos campos, adquiere un alto valor agregado y que requeriría la colaboración de la Facultad de Ciencias Exactas Químicas y Naturales de la UNaM para su desarrollo.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas