Se concretó el romance más esperado: Tobuna y Nahuel tuvieron relaciones

Aunque todavía falta para cantar victoria, el romance más esperado de los Esteros del Iberá, en Corrientes tuvo un nuevo capítulo prometedor. Después de un primer encuentro en el que sólo hubo escarceos, esta vez Tobuna y Nahuel concretaron varios encuentros amorosos que permiten soñar con que haya cachorros.

“Qué alegría poder contarles que hicimos de nuevo la junta entre Tobuna y Nahuel. Los últimos días, los miembros del equipo del Centro Experimental Cría de Yaguareté observamos síntomas por parte de Tobuna indicando que estaba nuevamente entrando en celo y hoy elegimos realizar la junta. Ni bien llegamos por la mañana podríamos constatar que tanto Tobuna como Nahuel estaban con todas las pilas mirándose mutuamente y muy inquietos”, contó Karina L. Spørring, la especialista encargada de lograr que haya descendencia.

“Comenzamos la junta en el pasillo diseñado para este fin y allí se vieron los primeros intentos de cópula prácticamente enseguida después de haberles abierto las puertas. Fue una enorme alegría ver que ahora contaban con este tipo de confianza y ganas. Luego de media hora en el pasillo decidimos dejarles salir juntos al corral grande de Nahuel, donde ambos iban a sentirse más libres para correr y jugar y así hacer más natural la junta. Este paso fue un éxito y pasaron nueve horas juntos en este hermoso recinto con pastizal alto, tarimas y arbustos”, agregó  Spørring.

Observamos al menos 15 situaciones de posibles cópulas, y aunque a veces fue difícil ver bien que pasaba entre el pasto alto se pudo confirmar que 5 o 6 de ellos parecen haber sido exitosos. De todas formas obviamente aún es muy temprano cantar “victoria” y vamos a seguir con la junta los próximos días. Una posible preñez no se va a poder confirmar hasta ver la posible ausencia del próximo celo así que hay que tener paciencia pero al mismo tiempo celebrar este paso importante para el proyecto y para las instituciones zoológicos que forman parte de él, gracias a la donación o préstamo reproductivo de los personajes principales”, indicó la especialista.

 

A diferencia de Misiones, donde la población de yaguaretés creció hasta llegar a 80 ejemplares, en Corrientes no hay ni uno solo en estado natural.

En la isla de San Alonso, en medio de los Esteros del Iberá, en Corrientes, se está realizando la primera experiencia en Argentina destinada a restaurar la población del venado de las pampas, el ciervo más escaso del país. También alberga a la segunda población de osos hormigueros (la primera en la estancia Rincón del Socorro, en el municipio cercano de Carlos Pellegrini) y como proyecto principal, el Centro de Experimentación y Criadero de Yaguareté.

 

Se trata de una isla de unos 30 kilómetros de largo por unos cuatro de ancho. Llegar es difícil, con casi una hora de viaje por caminos de arena desde el municipio de San Miguel y una media hora de lancha por los esteros cuya extensión se confunde con la línea del horizonte.

 

La isla San Alonso es una vieja estancia comprada por el multimillonario Douglas Tompinks como uno de sus principales proyectos de preservación en Argentina. Pero el concepto no es la conservación de lo que está, sino la recreación del hábitat como estaba antes de la intervención y depredación del hombre.

 

Hay una sutil diferencia con la idea de muchos ecologistas de “intangibilidad” de los montes o animales. Aquí no se piensa en la fotografía, sino en generar una película. Por eso se renueva la flora en donde había pinos y se trabaja en la recuperación de la población de osos hormigueros, aguará guazú, venados, guacamayos -extintos en toda la Argentina-, el muitú -desaparecido cuando se creó la represa de Yacyretá- y el lobo gargantilla, también extinguido en el país.

Con el yaguareté el trabajo es mucho más complejo, porque no se trata de liberar ejemplares en el humedal, sino de reintroducir animales aptos para la vida salvaje. Por eso es el proyecto estrella y el que más interés despierta.
Se trata de un proyecto de recría único en el país y la versión mejorada de experiencias realizadas alrededor del mundo con tigres, linces o lobos.

 

Karina Spørring es la encargada de la misión. Es de Dinamarca, habla con tonada española y modismos argentinos. A los 37 años y después de entrenar perros de montaña en Noruega y expe riencias en zoológicos en Valencia y Jersey, en Inglaterra, está al frente de su máximo desafío. Tuvo un rol fundamental en el diseño y desarrollo del proyecto. Estuvo al frente del equipo que construyó las inmensas jaulas que se mimetizan con el escenario natural y ahora espera que llegue pronto un macho para Tobuna, la primera yaguareté que volvió a pisar suelo correntino y que será el puntal para la recreación de la especie.

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