Reflexión del Pastor Decena: La mentalidad de cansancio

El estrés crónico tiene que ver con las exigencias permanentes, las dificultades personales y laborales, que imponen a nuestras glándulas un funcionamiento permanente que provoca un fuerte impacto en el metabolismo. Este estado de alerta constante desgasta las reservas del organismo y puede producir enfermedades y cansancio crónico. Veamos lo que nos dice la Palabra de Dios al respecto.

 

Mateo 11:28 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”.

Existe lo que se llama estrés que sería un desgaste emocional muy intenso. Ocurre cuando  la persona pasa por situaciones particulares de tremenda tensión y exigencia.

Pero también existe el estrés crónico. La vida diaria, las exigencias permanentes, las dificultades personales y laborales imponen a nuestras glándulas un funcionamiento permanente que provoca un fuerte impacto en el metabolismo. A medio plazo, este estado de alerta sostenido y constante,  desgasta las reservas del organismo y puede producir diversas enfermedades y un cansancio también crónico.

En este marco, déjeme que mencione tres cosas que le fatigan espiritualmente.

  1. I) LA QUEJA.

Filipenses 2:14 Haced todo sin murmuraciones y contiendas,

Filipenses 2:15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;

La queja hace que la luz se nos apague y la fuerza se nos agote, y lo más importante, que no veamos nada bueno y en definitiva los frutos espirituales no aparezcan por ningún lado.

Los cristianos murmuradores se cansan fácilmente y no llegan a nada concreto. Dejan todo por el camino y no mienten, se sienten cansados, pero no se dan cuenta que ellos mismos traen fatiga sobre sus vidas.

Son semejantes a los israelitas que saliendo por el desierto no hacían nada más que quejarse, era el deporte nacional de Israel “la queja”, y las consecuencias llegaron: no pudieron pisar la tierra de prosperidad.

Mientras más se cansaban, más se quejaban, y mientras más se quejaban más tardaban en llegar, o sea más se cansaban, y como más se cansaban, más se quejaban…

Éxodo 16:2-3. Y es que mientras más nos quejamos menos avanzamos, y más bendiciones nos perdemos…

 

  1. II)  EL ORGULLO.

Mateo 11:29. “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”

Otra cosa que fatiga a una persona es el orgullo. El orgullo es como perseguir el viento tratando de atraparlo. La persona forja de sí mismo una imagen y quiere proyectarla a los demás. Y permanentemente trata de impresionar, y está pendiente de esto.

Una vez creada esa imagen para impresionar a los demás, la persona orgullosa necesita mantenerla constantemente, por lo tanto, se ve forzada a actuar todo el tiempo y termina agotada nerviosamente.

La moda está muy ligada a la imagen. Las personas son capaces de vestir o hacer cualquier cosa para estar en onda, sea lo que sea. Por el orgullo se pagan los más altos precios por la marca.

Por su forma de hablar o para aparentar un alto nivel social o económico, da la impresión de que se las sabe todas. Que nadie puede enseñarle algo. El orgulloso acostumbra a decir  “cuando saliste yo ya estoy de vuelta». El orgulloso quiere hacer ver que conoce todos los secretos de la vida, el amor y demás.

Proverbios 26.12  «¿Conoces a alguien sabio en su propia opinión? Hay más esperanza del necio que de él»

Da la imagen de ser alguien invencible. Aunque se esté muriendo por dentro, nunca se mostrará débil o necesitado ante los demás. El orgulloso nunca pide consejos, jamás pierde una discusión, nunca pide perdón. Para él sería una terrible humillación y lo considera una debilidad.

Demanda y exige permanentemente, un espíritu orgulloso es un espíritu exigente, reclama y demanda atención, respeto, privilegios, felicidad, derechos y demás.

Dios aborrece al orgulloso (Proverbios 16.5) y los resiste (Santiago 4.6) y dice en la Biblia que el orgulloso terminará mal, Proverbios 16:18 “Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu”.

Para reflexionar: ¿Haces cosas importantes solo para agradar a Dios o para que te vean? Esto sería orgullo que llega a cansar a cualquiera.

 

III) LA TRISTEZA.

Nehemías 8:10 “…no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza”.

Es muy llamativo que Dios ordena no entristecerse, no perder la alegría para no perder la fuerza. Y por algo lo dice, porque cuántos cristianos cansados por dar lugar a la tristeza, quedaron debilitados y entraron en un callejón sin salida.

Proverbios 15:13 “El corazón alegre hermosea el rostro; más por el dolor del corazón el espíritu se abate”.

Este es uno de los grandes secretos de la cosmética espiritual: Alegrarse, poner en todas las circunstancias alabanzas, proclamar que todo nos ayuda para bien.

Deberíamos hacer como dice la Biblia, negarnos a la tristeza como un arma diabólica para fatigarnos y que perdamos la fuerza interior.  Leamos: Mateo 6:16, 2ª Corintios 9:7, o Isaías 12:5-6  y hagamos como nos dice la Palabra de Dios, vivamos al vida con alegría y gozo en el Señor, y dejemos el orgullo y la queja de lado para tener paz y bendición.

Que Dios te bendiga y tengas una semana de victoria.


Pastor Guillermo Decena, Centro Familiar Cristiano Eldorado.

Prédicas en vivo los miércoles y domingos 20 horas, a través de http://cfceldorado.org/

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