Advierten que la mayor presión tributaria pone en riesgo 3600 empleos del sector tabacalero

El decreto 626/2016 que aumentó del 60% al 75% la alícuota de los impuestos internos a los cigarrillos, podría tener un impacto inesperado, además del aumento, ya comprobado, en los precios de los atados. Teniendo en cuenta un estimado de la caída de la demanda de los consumidores, las hectáreas sembradas y cosechadas, y los requerimientos anualizados de mano de obra para la producción, un informe de la consultora Economía y Regiones estima que el sector tabacalero, en el segmento de cultivo, perdería 3600 puestos de trabajo. Esto, sin analizar los posibles efectos que podrían darse en otros eslabones de la cadena productiva, destacó el informe. La situación surge tras la decisión del Gobierno nacional de aumentar un 15 puntos porcentuales la alícuota de los impuestos internos a los cigarrillos, lo que llevó la presión tributaria al 75% y a posicionar a la Argentina entre los 10 países con mayor carga impositiva en el segmento. Según la cartera que maneja el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, esto se decidió con el objetivo de generar una recaudación adicional de $ 1100 millones, que reasignaría a las siete provincias productoras (Misiones, Salta, Jujuy, Tucumán, Corrientes, Chaco y Catamarca), a través del Fondo Especial del Tabaco (FET). Producto del aumento, el precio de los atados saltó por encima del 50% (un 54,6% específicamente), aunque luego las dos compañías líderes del sector, Massalin Particulares y Nobleza Piccardo, intentaron atenuar el impacto de bolsillo bajando el precio un 4,4% promedio. «El fuerte incremento de la presión fiscal decidido por el Gobierno generará un inevitable aumento de los precios, que afectará el volumen de ventas y tendrá un impacto negativo sobre la inflación, el nivel de actividad en las provincias productoras y en toda la cadena de valor económica del tabaco», había advertido la Cámara de la Industria del Tabaco (CIT), que nuclea la matriz productiva del sector.
Según el informe de Economía y Regiones, la industria tabacalera está catalogada como uno de los sectores con mayor cantidad de mano de obra intensiva. En la campaña 2014/2015 el cultivo del tabaco generó 43.435 puestos de trabajo, lo que significó el 12,2% de los puestos generados por la agricultura, ganadería y silvicultura durante el segundo trimestre de 2015 a nivel nacional. En total, la cadena de tabaco en su conjunto generó en 2015 un total de 257.259 puestos, y en la última campaña la producción alcanzó 109.106 toneladas, un 14,1% menor que la campaña anterior. En montos, significó
$ 2746 millones, un 8% por debajo del valor obtenido en la campaña 2013/2014.
En tanto, el informe remarca que la medida tomada por el Gobierno impactará de manera directa a las provincias productoras del norte argentino. En Jujuy, por ejemplo, en 2015 la industrialización del tabaco contribuyó con un 6,6% del VBP (Valor Bruto de la Producción). En conjunto, la actividad primaria y secundaria aportaría el 2,4% al PBG jujeño. En Salta, por su parte, las manufacturas de tabaco aportan un 10,7% a la industria total de la provincia.
Según la CIT, los países que aplicaron aumentos de impuestos «sin una mirada integral del sector», tuvieron un incremento del comercio ilegal, con un impacto negativo sobre la recaudación, y pérdida de empleos en el comercio legal. La venta anual de atados viene cayendo desde 2011 cuando se vendieron 2188 millones de paquetes. En 2015, fueron 2031.

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