Hoy se celebra el Día Internacional de la Enfermera y en homenaje y reconocimiento a nuestras enfermeras y enfermos que día a día ayudan al prójimo compartimos la historia de Miriam Dutra, quien desde hace 22 años es enfermera en el sistema público de salud de Misiones.
“Mis primeros pasos fueron en el Centro Manantial, después en el año 94 realice una pasantía de tres meses en el viejo Hospital Madariaga, donde realizaba una rotación obligatoria de emergencia clínica, y a fines del 95 me quede en la sala 5 haciendo el recorrido de rutina trabajando como personal adjunto hasta el 2010, cuando se abre el nuevo Hospital Escuela y paso trabajar a Consultorios Externos, donde trabajé con Raúl Quintana y Laura Rota”.
Miriam se desempeñó en el área de oftalmología, cardiología y en el área de emergencias del CAPS 32. “En el 2012 pedí mi pase a la Unidad Central de Emergencias y Traslados y desde ahí cumplo mis funciones en la Unidad”.
Entre sus vivencias está el día en que asistió a un parto en la ambulancia. “El año pasado, en enero una mañana llamaron a la Red pidiendo una ambulancia para trasladar a una parturienta hasta el Materno Neonatal, pero cuando llegamos ya estaba con contracciones muy fuertes y seguidas, y en medio del camino paramos parar asistir a la parturienta que ya estaba en expulsión. Ese momento fue único, fue una mezcla de emociones por ayudar a traer una vida al mundo, son situaciones que te llenan el alma”.
Otra de las situaciones que le tocó vivir en la Red fue asistir a una mujer en Garupá. “Llamaron al 107 desde Garupá y nos informaron que estaba en riesgo la vida de una mujer, al llegar al domicilio nos costo ingresar al cual entre sola y logre rescatar a la mujer que presentaba signos vitales muy débiles. Logre sacarla de la casa, la acostamos en la camilla y la llevamos al Hospital de Fátima, donde fue asistida. Presentaba una hemorragia causada por la explosión de una varice. En este caso se logró actuar a tiempo, lo cual es crucial para salvar una vida. Pasado un tiempo tuve la alegría y la oportunidad de poder visitar a esta señora, el agradecimiento y su emoción fue un reconocimiento muy gratificante”.
“Mi trabajo siempre fue mi motor, mi caballito de batalla, mi incentivo, toda mi fuerza en la vida a pesar de pasar por un problema grave de salud decidí sacar mis vacaciones para dedicarme al cuidado de mi salud, me diagnosticaron cáncer de mama, hice mi tratamiento y hoy en día estoy totalmente recuperada junto a mi familia”, contó.
Por último manifestó que “la profesión de enfermería es una lección de vida mucho más allá de la profesión es un camino de entrega de amor y sacrificio hacia los demás. Ser enfermero es algo muy especial, más allá del conocimiento, la capacitación, la experiencia es una elección de servicio de la humanidad, es olvidarse del tiempo de los horarios cuando se trata de salvaguardar la salud de otro sobre todo de dar alma corazón y vida para que el paciente se recupere y tenga el mejor servicio en salud. Mi más preciado anhelo es seguir al servicio de la gente, seguir capacitándome y ampliar cada vez más en el campo cognoscitivo”.
