La deportista misionera se prepara para volver con todo a las competencias. Tras un 2015 de transición, Yamila divide su tiempo de madre y empresaria para ponerse a punto de cara a los desafíos internacionales.
Sorprende su capacidad de superación, tenacidad y vigencia. A los 35 años, la deportista misionera campeona mundial de Fitness no se conforma con la gran cosecha de títulos en los últimos años y va por más. Quizás un pequeño “parate” en el 2015 era necesario para recargar las pilas, el famoso “barajar y dar de nuevo”. El 2015 fue un año de transición en mi carrera deportiva, otro sueño, la apertura de mi centro de entrenamiento dedicado a la mujer y todas sus necesidades se llevó mi tiempo y mi energía”, cuenta Yamila desde Tandil, donde reside, cuida a su hermoso hijo y conduce con éxito su centro de entrenamiento integral.
No subirse oficialmente a un escenario de competencia en los últimos meses significó para Yamila, un obstáculo emocional que costó superar. “Seguir entrenando día a día sin la posibilidad de competir fue una tarea difícil. Pero ya en este 2016 y con mi Paraíso Pink lleno de mujeres que encuentran allí su lugar de entrenamiento y superación, subir nuevamente al escenario fue mi principal objetivo”.
Para Yamila, poseedora de títulos mundiales, hace tiempo que la “vara está muy alta”, por eso todo lo que emprende tiene un sello de máxima exigencia. “No quería que fuera un torneo más, quería que mi regreso marcara la diferencia, quería superarme a mi misma y llegar en mi mejor versión. Para eso necesitaba un tercer ojo que me llevara a dar el 100×100 en cada entrenamiento cada día, nuevas rutinas y mucho tiempo y dedicación. No iba a ser una tarea fácil, ser empresaria, profe y sobre todo mamá, no dejaba mucho tiempo para el entrenamiento”, admitió.
Rumbo a Lituania
El próximo gran desafío está a la vuelta de la esquina, porque dentro de 10 días se medirá nuevamente con las mejores del mundo en su rubro. “Con 4 meses de anticipación comencé el difícil camino que en pocos días más me llevará al Amber Prix Internacional y al Europe AM Championship, en las ciudades de Klaipedia y Kaunas, en la lejana Lituania. Fueron meses de duros entrenamientos, comenzar el día saliendo a correr las 5 de la mañana, rutinas durísimas al borde de las lágrimas, dar clases y terminar cerca de la medianoche ayudando a mi hijo con su tarea. Dieta estricta y sin permitidos”, relató. Y agregó: “luego de todos estos meses que me parecieron interminables los cambios están a la vista y resta el último esfuerzo”.
Buscando un podio, buscando estar en lo más alto, así enfrenta cada prueba Yamila y es imposible no ilusionarse. “Como siempre viajo con la ilusión de dar lo mejor para mi país, pero el premio mayor ya lo tengo, haberme superado a mi misma teniendo pocas cosas a favor, trabajar, criar un hijo, lavar, planchar y mil problemas diarios, pero como siempre digo, mis sueños son más fuerte que las excusas y un año más quiero ir detrás de mis sueños”.
Toledo, una verdadera abanderada del deporte misionero en el mundo, valoró el aporte de empresas que siempre acompañaron su carrera. “Agradecida a Misiones Online, Gentech que me suplementa y agradecida a la vida por el hijo maravilloso que tengo, quien guía mis pasos, mi mayor inspiración y más fuerte impulso a continuar cuando el agotamiento se apodera de mi”.
