Con la suspensión de Cunha, buscan anular el juicio político a Dilma Rousseff

El gobierno de la presidenta de Brasil afirmó que la suspensión de Eduardo Cunha de la jefatura de la Cámara de Diputados aumenta sus argumentos para reclamar el cese del juicio político de la jefa del Estado. En tanto, dirigentes aseguraron que el proceso está viciado por el «desvío de poder» de Cunha.
«Vamos a pedir la anulación del juicio político. Este juicio político fue abierto por Cunha y quedó demostrado que lo hizo para obstaculizar su propia investigación», dijo el abogado general del gobierno, Eduardo Cardozo.
«Cunha usó el desvío de poder en su propia causa y contra la Presidenta», dijo, y recordó que en diciembre el diputado dio cauce al pedido de juicio político cuando el gobierno se negó a defenderlo en un proceso por falta de decoro parlamentario.
Por su parte, los dirigentes que se oponen al juicio político expresaron que la decisión de suspender el mandato del presidente de la Cámara de Diputados demuestra que el proceso de destitución de la mandataria está viciado por el «desvío de poder» de Cunha.
Por tal motivo, se prevé que en la comisión de juicio político del Senado reclamen suspender el impeachment, debido a que una decisión de Cunha en venganza contra Rousseff es uno de los argumentos del gobierno para pedir la nulidad del proceso.
«Esta decisión demuestra que todo el proceso de juicio político, iniciado por un procesado por corrupción como Cunha, nació como un desvío de poder. Él comandó el golpe parlamentario en curso en Brasil. Comprueba, en forma tardía, que el proceso de juicio político fue una excusa de Cunha», dijo la senadora Vanessa Grazziotin.
Grazziotin, del oficialista Partido Comunista do Brasil, pertenece a la comisión especial de impeachment que el viernes debe votar por el inicio del juicio político a Rousseff.
El juez de la Corte Suprema Teori Zavascki dictó en forma cautelar la suspensión del mandato de Cunha seis meses después de que lo requiriera el fiscal general, Rodrigo Janot, por supuestamente haber cometido 11 delitos de obstrucción a la justicia para impedir investigaciones de corrupción en su contra usando el cargo.
Cunha abrió en diciembre último el juicio político contra Rousseff que puede suspenderla del cargo el miércoles 11 en el Senado, con lo cual el se transformaría en el número dos del país por la línea sucesoria, detrás de su aliado, el actual vicepresidente Michel Temer.
«La suspensión de Cunha en el cargo sólo refuerza lo que siempre dijimos: el juicio político es una locura y está manchado», afirmó el jefe del bloque del Senado del Partido de los Trabajadores (PT), Humberto Costa.
«Si el juez reaccionaba dos meses antes para tomar esta misma decisión, salvaba al país», opinó por su parte el diputado Jean Willys, del opositor Partido Socialismo y Libertad (PSOL), pero contrario al juicio político.
Cunha abrió el juicio político contra Rousseff el 3 de diciembre último, luego de que el PT se negara a protegerlo de un proceso legislativo sobre falta de decoro.
Desde los aliados de Cunha y Temer la situación surgida este jueves creó una reacción negativa: «Es una intervención de un poder en otro», se quejó Paulo Pereira da Silva, diputado de Solidaridad y de la derecha sindical que suena como ministro de Trabajo de un eventual gabinete de Temer en caso de que Rousseff sea suspendida por seis meses.

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