El exsuboficial de la Prefectura Naval Walter Vinader comenzará este martes a ser juzgado por el crimen de la joven Araceli Ramos y la desaparición de una anciana, ambos casos cometidos en 2013, en el partido bonaerense de Tres de Febrero.
El debate comenzará a las 9 en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Martín, en el edificio judicial situado en Ricardo Balbín 1753, de dicha localidad del noroeste del conurbano.
Vinader (40), excabo primero y detenido en la cárcel de General Alvear, será juzgado por la «privación ilegal de la libertad seguida de muerte en concurso ideal con homicidio criminis causa» de Araceli (19) y por la «privación ilegal de la libertad agravada por tratarse de una persona mayor» de Aída Amoroso (81).
Para el fiscal que instruyó la causa, Enrique Velasco Cerviño, el crimen de Araceli fue un plan perpetrado por Vinader para vengarse de su exmujer y de los policías que lo detuvieron en la localidad bonaerense de Suipacha, en el norte de la provincia de Buenos Aires.
Esto ocurrió en el marco de una causa por extorsión por la que fue condenado y estuvo preso hasta que obtuvo la libertad en 2011, lo cual derivó en su exoneración de la Prefectura.
Según la acusación, el 30 de septiembre de 2013, Araceli salió de su casa de la localidad de Loma Hermosa rumbo a una vivienda de la calle Puán 3754 de Caseros, ambos domicilios en el partido de Tres de Febrero, donde la esperaba Vinader con la excusa de una falsa entrevista laboral.
En esa casa, la joven fue obligada a grabar un video donde -visiblemente presionada- involucró a la ex mujer de Vinader y a dos policías en el crimen de Verónica Celeste Fernández (32), una prostituta hallada asesinada en noviembre de 2012 en el partido de Vicente López.
En el video, Araceli también dijo que si algo le pasa a ella, había que responsabilizar a esa mujer y a los policías.
De terror. El cadáver de Araceli fue encontrado 12 días después, el 11 de octubre, en un descampado ubicado en avenida Crovara y General Paz, en Villa Madero, partido de La Matanza, y la autopsia determinó que había sido estrangulada y tenía algunos golpes.
Vinader quedó involucrado por haber mantenido 25 llamados telefónicos con ella antes de la falsa entrevista, en tanto que se hallaron sus huellas dactilares en la casa de la calle Puán y una foto de Araceli en su netbook.
La investigación en torno a esa casa le hizo descubrir a los investigadores que la dueña, la anciana Amoroso, estaba desaparecida desde mediados de septiembre de 2013 y que a esa propiedad solía ir Vinader, quien así se transformó en el principal sospechoso.
El acusado hacía algunos años había sido compañero de prisión del hijo de la anciana, Emilio Rezzónico, quien a su vez había fallecido de una enfermedad terminal y luego fue cremado.
Los pesquisas creen que tras la muerte de Rezzónico, Vinader se deshizo de la anciana y quiso quedarse con su casa.
Cuando se allanó la vivienda de Vinader en el barrio porteño de Mataderos, se encontraron documentos relacionados con el inmueble de Caseros, así como papeles de Rezzónico y su madre.
En tanto, en el baño de la casa de Puán se hallaron restos genéticos de Araceli y rollos de alambre coincidentes con el usado para atarla.
Vinader también fue investigado por el homicidio de la prostituta Fernández, cuyo cuerpo fue hallado envuelto en bolsas de consorcio y en forma similar a Araceli.
La autopsia determinó que la mujer de 32 años había sido violada y asesinada a golpes en el cráneo con un objeto contundente.
Si bien en su momento se barajó la posibilidad de que la Justicia de San Martín absorbiera esta causa, la misma quedó radicada en la Unidad Funcional de Instrucción de Violencia de Género de Vicente López.
