Rouvier: “El Gobierno camina por un desfiladero”

Ricardo Rouvier fue uno de los primeros en advertir sobre una caída en picada de la imagen del presidente apenas cuatro meses después de haber asumido. El analista ratifica la línea y define que “el Gobierno camina por un desfiladero” en el que deberá hacer un delicado equilibrio entre sus medidas y los reclamos sociales.

Rouvier vino a Posadas el viernes para una disertación sobre Marketing Político, donde hizo un crudo diagnóstico de la realidad en la Argentina y la región. Antes atendió a Misiones On Line en la sede de la Universidad de la Cuenca del Plata.

 

¿Qué análisis hace del escenario político actual?

Estamos frente a un gobierno con pocos meses de haber asumido, diferenciado del período anterior de doce años, con el kirchnerismo-peronismo. Es un Gobierno de otra característica ideológica y tiende a que las variables macroeconómicas se acomoden, se ordenen, sin que esto tenga un impacto social que lleve el conflicto social a lugares que pongan en riesgo la gobernabilidad, no como crisis institucional, sino como la dificultad de gobernar. Para decirlo en lenguaje simple, el Gobierno tiene un punto de tensión entre el déficit fiscal y el conflicto social. Para bajar el déficit fiscal, afecta necesariamente los ingresos en un escenario inflacionario que no cede y entonces esto lleva a que el Gobierno camine por un desfiladero. No quiere decir que va a caer en el abismo, sino que trata de que sea lo más ancho posible y por el otro lado hay presión social y eso le quita espacio.

 

Hubo una demostración de fuerza de las centrales obreras por este conflicto…

La reunión de las CGT, todas las centrales más las dos CTA en protesta por la política social es el conflicto social expresado y un achicamiento del espacio de Gobierno de Macri para avanzar. Este es el punto de tensión. La principal oposición, que es el peronismo-kirchnerismo también tiene su punto de tensión, porque hay una evidente fragmentación que favorece al Gobierno. Si bien se han unido las centrales obreras, en el plano político hay diferencias entre el PJ y Cristina (Fernández) que todavía no terminó de acomodarse y no sabemos cómo se va a acomodar. Son interrogantes. Pero en el camino del desfiladero, lo favorece al Gobierno.

 

No nombró a otros como Massa, Urtubey, el radicalismo… ¿perdieron espacio?

En el espacio opositor, en el Pan-Peronismo hay que incluir a Sergio Massa, Diego Bossio y otros minibloques. Massa funciona como un peronista lejos de Cristina y más cerca del PJ, que no sabemos si lo va a incluir o no. Dependerá de qué quiere hacer el PJ en relación con Cristina. Massa o Bossio con Cristina hoy son el agua y el aceite. Vamos a ver cómo se mueve el peronismo, que se está organizando. Hay una figura intermedia que quiere ser bisagra entre peronismo y kirchnerismo, que quiere unir al matrimonio que está al borde del divorcio que es Daniel Scioli.

 

El propio Scioli dijo que no imaginaba a un peronismo sin Cristina ¿Usted imagina a una oposición sin Cristina?

Scioli dice eso porque quiere unir las dos cosas, pero hay que ver si esto se puede hacer. Unir al peronismo con Cristina, supone que una parte quede afuera. Massa, Bossio. Hay que ver que quiere hacer el peronismo con esto. Scioli quiere unir las dos cosas. Estos son los puntos de tensión. Massa, algunos pueden suponer, que si este matrimonio no se realiza, podría ser beneficiado.

 

Durante toda la campaña electoral se habló de la “grieta” ¿No se profundizó en los últimos meses?

En toda sociedad hay grietas. En la sociedad norteamericana entre negros y blancos, en Inglaterra lo mismo. Con mujeres, con jóvenes. Ahora bien, se habla de una grieta entre lo que fue el kirchnerismo y el resto de la sociedad. Para comprender esa grieta, hay que entender que hay una cuestión que tiene que ver con que desde que asumió Néstor Kirchner, fue un gran provocador.

 

¿Un interpelador?

Hay políticos que llegan e interpelan. Prueba de lo que digo fue con los Derechos Humanos. No estaba en agenda. Lo mismo en otras cuestiones que significaron un avance social. Eso genera una grieta. Genera gran adhesión o gran rechazo. Cristina siempre planteó esa relación de amigo-enemigo. La grieta no me preocupa tanto. Existe. Algunos sacaron a relucir pasados gorilas y antiperonistas y lo volvieron a poner, como el insulto a la Presidenta. El golpe contragolpe que generó esa grieta. Desde el pensamiento nacional uno plantea siempre la unidad nacional, con esa frase muy linda que es “la patria es el otro”, pero eso hay que construirlo.

 

¿Hay una crisis de los “populismos” en la región?

Hace dos o tres años la situación regional ha cambiado. La situación internacional cambió. Hay una acentuación de los hegemonismos mundiales y esto ha repercutido negativamente en los populismos de América Latina. Venezuela deja una enseñanza. No hay modelo político si no hay modelo de desarrollo. O sea, los discursos son buenos en la medida en que marcan espacios. Son necesarios, pero tengo que tener un plan económico. En el caso Venezuela, salir de la monoproducción. No puedo depender del petróleo e importar el 70 por ciento de los alimentos. Ese esquema no favorece a la liberación, sino a la dependencia. Hay que romper desde el discurso y también con un plan económico.

 

Se discute mucho sobre las cifras del desempleo. Las CGT hablan de miles y para el Gobierno no hay ¿qué visión tiene?

Me parece que no estamos en una situación de desempleo masivo, pero si ante una caída de expectativas fuertes y crecimiento de suspensiones y subjetividad del empresario que tiene que achicar. La cantidad de desocupados no es grave, pero si hay un umbral muy preocupante.

 

Macri pone en sus discursos al segundo semestre como escalón temporal del efecto de sus medidas ¿hay que esperar?

Esta construyendo un imaginario alrededor del segundo semestre. Desde la comunicación está bien, pero el emisor asume un compromiso. Esto que puede ser bueno porque le da expectativas a la gente, puede ser un tiro por la culata. Todos vamos a esperar que junio, julio, agosto, mejore.

 

¿Cómo está la imagen de Macri?

Sigue cayendo lentamente pero mantiene un crédito en la sociedad. Si lo comparo con diciembre, la caída es importante. Va cayendo lentamente, pero mantiene crédito. No está como Dilma con 8,9 por ciento de popularidad. Pero hay que ver la tendencia, sobre todo como avanza.

 

Hay quienes especulan con que Macri durará sólo un mandato y no buscará la reelección ¿Se puede especular?

Es difícil de pronosticar, depende de Macri, de sus alianzas, de los candidatos para el año que viene y de lo que pase con la oposición. En el matrimonio peronista hay que ver quien hace las listas. Que pasa con Massa. Hoy la característica de la política argentina es que a todos los falta algo. El peronismo solo no puede ganar. El kirchnerismo solo, tampoco. Macri solo no puede sacar una ley. Necesita de los diputados del Frente Renovador y en Senadores del Frente para la Victoria, pero no tiene capacidad de fuego para sacar él solo una ley.

 

Macri promocionó el acuerdo con los Fondos Buitres como necesario para impulsar la economía ¿es así?

Cerrar con los buitres, con el voto del kirchnerismo, fue un hecho bipolar. Es positivo cerrar el default técnico, pero se generó una deuda extraordinaria que hay que pagar, las dos cosas ocurrieron al mismo tiempo. Hay dos señales, económicas financieras. Y otra política. También hubo un espaldarazo de Obama muy significativo, que convirtió a Macri como una figura de superación en América Latina. Era la promesa de que lleguen inversiones. Pero todavía eso no ha ocurrido y ese es un punto clave para este desfiladero.

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