En las últimas semanas estamos siendo protagonistas de innumerables anuncios para reactivar la economía, solo por nombrar algunos Plan Belgrano, Plan empleo, Plan turístico, Plan de infraestructura, aumento de subsidios para Transportes del interior del país, paquetes sociales como el AUH, plan nacional de viviendas y la lista continúa…pero la realidad es que la inflación sigue siendo alta, no aumentan la cantidad de empleados y los gremios van al paro el viernes 29 de este mes.
En el interior del país, según el Informe del Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato DiTella, la inflación pasó del 29.9% a 34.4% respecto Marzo y no se vislumbra una reducción en el corto plazo.
En esta última encuesta de la Universidad Di Tella sobre expectativas de inflación los argentinos esperan un 30 por ciento de inflación para todo el año, llegando a 36 por ciento promedio en abril. Claro que las expectativas de inflación aumentan en los sectores de ingresos bajos tanto para la inflación promedio y mediana, mientras que para los sectores de altos ingresos sólo el promedio aumenta. Mostrando la dicotomía nuevamente entre lo que se dice y lo que realmente ocurre, donde las tasas se mantienen altas, los créditos se desploman y las inversiones no llegan.
A esta altura cabe preguntarnos ¿realmente entienden los mercados mejor que nadie? Tal como se jacta el Gobierno Nacional, que atrajo u$s 69.000 millones en bonos, pero sólo vendió u$s 16.500, entonces como la demanda de bonos argentinos era más que la oferta, subió el precio y los Bancos terminaron con 30 millones en comisiones y la posibilidad de generar una ganancia inmediata que estima Thomson Reuters entre 350 y 500 millones de dólares.
Es decir, que Argentina podría haber colocado la cantidad de deuda que colocó a un mayor precio o a una menor tasa y ahorrado el mismo monto que ganaron adicionalmente los Bancos extranjeros si se “hubiesen dado cuenta” que la demanda de bonos a la tasa ofrecida era excedente.
