Apareció un testigo clave de la fiesta electrónica: ¿qué dijo?

Matías fue a la fiesta y es amigo de uno de los chicos internados. Sospecha que los narcos hicieron un experimento con los jóvenes.

Nos dieron pastillas de prueba, no hay dudas. El efecto duraba cuarenta minutos, era una bomba pero de corto efecto. En general dura más el efecto pero seguramente concentraron las sustancias y por eso pegaba tanto”.

Lo cuenta un joven que estuvo el sábado en la fiesta electrónica y es amigo “de fiesta” de uno de los internados. Lo aclara, con insistencia, y antes de continuar conversand pidió resguardar su identidad y por eso en esta nota aparecer con su nombre de pila. Matías reconoce que consumió en otras oportunidades la pastilla Superman pero que algo salió mal el sábado pasado.

Los narcos, según creen los investigadores, usaron a los jóvenes de esa fiesta como especie de «conejillos de indias» para probar su » nuevo producto». Por eso habrían vendido las pastillas a 200 pesos, cuando en realidad se consiguen a 400.

Dice que conoció a uno de los chicos internados en una fiesta electrónica y luego mantuvieron contacto para encontrarse en próximas.

Sobre lo ocurrido a su «amigo», aclara que no entiende de dónde sacó las pastillas que consumieron los que se intoxicaron. “Había mucha oferta y ahí es cuando muchos caen en la trampa. Se nota que querían probar con nosotros. Era muy barata y los que no tienen experiencia y no saben compran, piensan qué es una oferta y es lo peor. Yo no compro dentro de una fiesta y no acepto nada de cualquiera”, afirma.

“Eran pastillas mal producidas, hay que saber de dónde vienen. No lo hago seguido, pero si un día voy a comprar, lo hago a un conocido, con una persona que conozco de donde las consigue. Yo sé que mi vida está en riesgo. Todos lo sabíamos”, sostuvo el joven, quien figura como amigo en el Facebook de uno de los internados que permanece en estado crítico.

“Había mucha oferta y ahí es cuando muchos caen en la trampa.»

LA COMPOSICIÓN DE LA DROGA

La droga “Superman” sintética pertenece a la familia de las anfetaminas y metanfetaminas. Es conocida como el nombre del superhéroe pero en realidad es parametoximetanfetamina (PMMA), una droga de diseño que combina dos estimulantes como lo son el éxtasis y la metanfetamina.

Existen distintos métodos para comprobar la calidad de la droga. En el exterior incluso hay aparatología específica para medir la cantidad de sustancia que componen la pastilla. Pero en el terreno local, los jóvenes se resguardan para evitar ser víctima de engaños con tienen técnicas más simples para chequear si las pastillas que compran son de buena calidad.

“En general parto al medio la pastilla para comprobar que sean por todos lados del mismo color. O sino pruebo una parte y espero a que haga efecto. De todas maneras, yo compro a mi contacto de confianza. Y si le doy a mis amigos, no les pasó más de la mitad porque no quiero que les pase nada porque ellos no son de tomar tanto”, aseguró.

OTROS MÉTODOS

Existe un test llamado Marquis, donde las drogas son puestas en contacto con un reactivo y depende el color en el que muten se puede conocer su composición pero no es tan simple de conseguir. Esta técnica es la misma que utilizan el cuerpo de la Policía Antinarcóticos en allanamientos y operativos para desbaratar bandas narcos.

En distintos foros y sitios para consumidores se enseña la técnica y se difunden otros métodos para evitar engaños. Pero en medio de una fiesta es imposible de comprobar y muchos en medio de la euforia se confían, lo que termina siendo una trampa mortal aún peor.

«En general parto al medio la pastilla para comprobar que sean por todos lados del mismo color

Sobre esto último, otros consumidores de «Superman» y otros estupefacientes, sostienen que no es garantía que «la pastilla presente un color parejo». «Si está mal producida o no, no depende del color. Y si tu cuerpo la recibe mal te puede afectar igual. Pero sucede que muchos jóvenes que no tienen información o se confían toman lo que sea por sumarse a lo que otros hacen, pero hay que tomar precauciones», aclara otra consumidora y lanza: «Hay que hacerse cargo, no estamos haciendo nada seguro. No deberíamos consumir».

Para concluir su relato, Matias remarca que la falta de agua fue el factor terminal. «Si se hubieran hidratado mejor quizás esto no pasaba, pero ya no hay forma de saberlo», dijo lamentando lo sucedido y esperando la recuperación de su amigo.

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