Los comercios esperaban que las ventas repunten en algún momento del mes, sea por la temporada estudiantil, fin del verano, o el inicio del otoño, pero admiten los comerciantes que las ventas siguen en baja. Los consumidores comenzaron a priorizar sus compras y a buscar y comparar precios que pueden variar de una cuadra a otra. Los comerciantes del microcentro señalan que el principal problema que deben afrontar es el precio de los alquileres, que se actualizó por encima de los valores de venta.
Por su parte, los consumidores priorizan sus compras meticulosamente, prefiriendo en la mayoría de los casos comprar mercadería de primera necesidad.
En algunos comercios comienzan a poner trabas al uso de tarjetas de crédito porque prefieren efectivo en mano. El plan lanzado por el gobierno nacional el año pasado con el mismo objetivo de aumentar las ventas y que además fue extendido en dos oportunidades para que la gente continúe adquiriendo productos en 12 cuotas perdió efectividad, porque los compradores ya no tienen margen en sus tarjetas. En algunos negocios, por los costos financieros, decidieron suspender las ventas con tarjetas de créditos mientras que otros indican que «de suspender las tarjetas estaríamos prácticamente paralizando las ventas porque la gente no compra más en efectivo».
No obstante y pese a todos los incrementos que se fueron registrando en los últimos meses, la mayoría de los comerciantes coincide en el esfuerzo que hicieron las empresas proveedoras para que el incremento en la nueva temporada otoñal no sea mayor al 10 por ciento.
Elena, una comerciante desde hace 36 años en Posadas explicó que «los fabricantes se adaptaron un poquito más, y realizaron un esfuerzo para que el aumento no sea tan significativo».
Ante la caida del consumo, algunos comercios comienzan a bajar el número de empleados
«Pero la gente compra menos, se cuida mucho mas, seguimos con las tarjetas en 12 cuotas sin interés, que es lo que repuntó la venta en su momento pero ahora la gente está un poco atascada con sus cuotas, y tampoco se vende tanto, pero el principal problema es la gran asimetría con el Paraguay, un punto muy desfavorable para Posadas llevando a muchos comerciantes a que cierren sus negocios porque no dan abasto para cubrir los costos», explicó
Otra propietaria de un negocio dedicado a la venta de ropa ubicado sobre calle Colón planteó la necesidad de trabajar con menos personal, ya que «la ganancia no alcanza para poder mantener muchos empleados».
«Me estoy arreglando con dos empleadas, una en cada negocio porque no me alcanza para pagar a más personal, las ventas no son suficientes», aseguró.
María Alejandra, trabajadora de otro comercio indicó que las ventas se registran en baja desde diciembre. «Mi jefe está viendo qué hacer con el local y ya nos anticipó que es probable que se cierre, porque no le está generando la ganancia que esperaba, y tiene dos empleadas a las que no les está alcanzando para pagar», contó.
Otro negocio ubicado por Entre Ríos y San Lorenzo directamente decidió suspender las ventas con tarjeta de crédito, debido a las pérdidas que le está generando la venta con tarjeta de crédito.
Para contrarrestar la baja en las ventas, se agudiza el ingenio.
Desde el recordado Reventón organizado por la Cámara de Comercio sumado a las clásicas liquidaciones por fin de temporada y las grandes ofertas, todo suma para vender un poco más.
Las ofertas comienzan a hacerse visibles por lo menos para cubrir el costo de reposición. Así, se puede adquirir una cartera a 70 pesos o una pollera estilo Hindú, a 80, en un tradicional negocio ubicado en pleno centro de Posadas. También se pueden conseguir a 80 pesos, remeras que salían hace una semana nada menos que el doble, como así también las ropas de primeras marcas de hombres, que también se suman al «2×1» en ropa interior, remeras y chombas.
En cuanto a mercaderías tal y como se plantea en épocas festivas como en Navidad o Pascuas, en el mercado Anta, (ubicado en Alvear y San Lorenzo) ofrecen desde hace una semana canastas económicas los días miércoles y viernes.
Los miércoles por 100 pesos los clientes acceden a un paquete de arroz, un paquete de fideo, una lata de arvejas, un litro de aceite, un paquete de maíz para hacer pororó, un puré de tomate; mientras que los viernes la canasta sale 300 pesos incluyendo, un kilo de milanesa, un kilo de carne molida, sumado a un kilo de manzanas, y más verduras y frutas.
Iris, la propietaria del comercio explicó que «la iniciativa surgió desde hace mucho tiempo, cuando yo no vivía acá, y siempre fui de buscar precios, mis amigas me buscaban porque sabía en donde se podía conseguir mejor precio, la idea nuestra es que la gente pueda comprar para la semana aprovechando nuestras canastas».
Además anticipó que en algunas semanas estarán ofreciendo a sus clientes canastas similares para hacer asados además de picadas.
«La idea con la canastas del asado es que se junten cuatro amigos y se dividan los gastos, la canasta incluirá el vino y el asado completo, es nuestra manera de colaborar a la economía familiar y que además no se pierda la tradición de los asados de los domingos, pese a la situación económica que se vive», definió.
