En el juzgado de Instrucción Seis de Posadas, a cargo de Ricardo Balor, están ultimando los detalles para elevar a juicio la causa por la masacre del Teyú Cuaré, que ocurrió en julio de 2011 y tuvo como víctimas a Oralina Sibre (70) y Luis Lecszinski (72).
El imputado es José Aníbal Meza (36) del delito de “homicidio doblemente agravado criminis causae”. Es decir, mató para ocultar otro delito, presuntamente el robo. Si lo hallan culpable, y hay muchas posibilidades de que ello suceda, lo espera la prisión perpetua.
El hombre es un ex boxeador cuya carrera precisamente se vio frustrada por un homicidio, el de su novia ex novia Karina Villán, en febrero de 2003. El admitió ese femicidio y se sometió a un juicio abreviado.
En 2011, gozaba de salidas transitorias y se instaló en San Ignacio para hacer changas. Así conoció a los ancianos Luis Lesinzki (70) y Oralina Sibre (72), quienes tenían una chacra en la zona del Teyú Cuaré. Pero Meza no se conformó con el empleo que le dieron los ancianos, habría querido quedarse con los ahorros que la pareja tenía guardados.
El lunes 4 de julio de ese año, un aborigen que caminaba por ese paraje dio con el cadáver mutilado de Lesinzki. El hombre había sido decapitado.
El paisano avisó a la Policía, que encontró en la casa el cadáver de Sibre, a quien habían ultimado a mazazos.
Primero las sospechas recayeron sobre otro poblador, quien había viajado a Buenos Aires poco antes. Sin embargo, esa persona volvió a la provincia cuando se enteró que la buscaban y contó lo que sabía. Así, llegaron hasta el ex boxeador.
El 14 de agosto pudieron detenerlo. Estaba en la localidad de Dos Arroyos. Lo atraparon a las 17.30, en la ruta provincial 4.
Mientras estuvo prófugo habría gastado los más de 20 mil pesos que les habría robado a los ancianos. Habría conseguido la confianza de ellos fingiendo estar interesado en acompañarlos a buscar oro, una debilidad de Lesinzki y Sibre.
La prisión preventiva de Meza está firme. Y en el juzgado de Balor están reuniendo todos los elementos decomisados para sumarlo al expediente y remitirlo al tribunal penal que corresponda.
Todo apunta que al ex púgil le esperan muchos años a la sombra.
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EP
