La célula del EI que atacó Bruselas tenía como objetivo volver a golpear París

La Fiscalía federal de Bélgica informó este domingo por medio de un comunicado, que la célula del Estado Islámico (EI) que atacó el aeropuerto de Bruselas y una de las estaciones de subte de la capital el mes pasado tenía como objetivo original volver a golpear París, pero que la investigación policial en Francia frustró sus planes.
Cuanto más avanzan las investigaciones, tanto Bélgica como Francia encuentran más elementos para confirmar que los atacantes suicidas que mataron a 130 personas en París y a 32 en Bruselas pertenecían a una misma célula de milicianos europeos del EI.
Cuatro días antes de los dos atentados de Bruselas de marzo pasado, el presunto cerebro logístico de los ataques de París, el belga Salah Abdeslam, había sido detenido en la capital de Bélgica, en lo que muchos consideraron una prueba de que la célula seguía presente en esa ciudad.
En este mismo sentido, la Fiscalía federal belga informó este domingo que el también belga Mohamed Abrini, quien fue detenido el viernes pasado y dijo ser el «hombre del sombrero» que acompañó a los dos atacantes suicidas del aeropuerto internacional de Bruselas el 22 de marzo, fue imputado tanto por los atentados de los países vecinos.
«El juez de instrucción especializado en materia de terrorismo puso a Mohamed Abrini bajo mandato de arresto en el marco del expediente relativo a los atentados de Bruselas y de Zaventem», indicó, en referencia a las explosiones en el subte y en el aeropuerto, según la agencia de noticias EFE.
El mismo juez ya había imputado el sábado a Abrini por participación en «actividades terroristas y asesinatos terroristas» en relación con los atentados del 13 de noviembre pasado en París.
Abrini era un hombre buscado por Francia ya que había sido visto junto a Abdeslam en una estación de servicio de camino a la capital gala dos días antes de los atentados de París.
Además, sus huellas y ADN se encontraron en el departamento del distrito bruselense de Schaerbeek del que partió el comando que atentó contra el aeropuerto en marzo, así como en el coche que utilizaron los atacantes en los atentados de París.
Según su declaración, Abrini reconoció su participación en los dos ataques y sostuvo que se había deshecho de la campera clara y había vendido el sombrero, los dos objetos que terminaron siendo los símbolos distintivos de la búsqueda lanzada por la Fiscalía belga, luego que difundiera un video de los atacantes minutos antes que se inmolaran en el aeropuerto de Bruselas.

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