Todo apunta a que fue una confusión, en la que confluyeron distintos factores: el lugar, el nerviosismo de quien resultó herido y la decisión de los uniformados de abrir fuego. Una patrulla de la Prefectura Naval Argentina baleó a un carpintero de San Javier el lunes porque desoyó la voz de alto impartida por los efectivos, que lo creyeron un criminal. En realidad, el carpintero estaba en una cita amorosa furtiva y quiso escapar cuando se percató de que una camioneta desconocida estacionó a pocos metros, según establecieron los investigadores del caso.
Los tres suboficiales de la PNA fueron demorados un rato y luego la jueza de Instrucción Cinco de Alem, Selva Raquel Zuetta, decidió liberarlos, aunque los dejó supeditados a una causa penal que se abrió por el episodio.
El herido tuvo que ser derivado a Posadas por la gravedad de la lesión que sufrió.
Pasadas las 20.30 del lunes, un llamado anónimo alertó a la Prefectura de San Javier que en el paraje El Basural, puntualmente a la altura del arroyo Lorenzo, estaban cargando “bultos sospechosos” en una camioneta. De inmediato, un grupo de uniformados acudió al lugar y se topó con una Chevrolet S-10 gris, con dos ocupantes en su interior.
De acuerdo al relato de los prefecturianos, al ver la llegada del móvil de la fuerza, los desconocidos intentaron escapar. Es más, precisaron que en el intento de fuga, la pick up gris llegó a rozar al móvil de la PNA.
Los uniformados dijeron que impartieron la voz de alto y que como el conductor hizo caso omiso a la orden, abrieron fuego.
Del otro lado, la historia se contó de la siguiente manera. Hernán Isidro S., de 56 años, acordó una cita amorosa furtiva con Dorilde F., de 41. Estaban en pleno acto, cuando apareció un vehículo que ambos desconocían. Entonces, temiendo un asalto, decidieron escapar.
El carpintero recibió un balazo que le atravesó todo el abdomen. El proyectil ingresó a la altura de la cadera izquierda y salió en el ombligo.
Primero lo atendieron en el hospital de área de San Javier, pero luego lo derivaron al Madariaga de Posadas, donde permanece internado con pronóstico reservado.
Poco después del incidente fueron demorados el ayudante de tercera Miguel M. y los cabos primeros Omar M. y Víctor T. A todos se les practicó la prueba de parafina.
Más tarde, la jueza Zuetta ordenó la liberación de los prefecturianos, pero dispuso que las armas que utilizaban, así como el móvil en el llegaron hasta el lugar fueran incautados.
La magistrada también ordenó el decomiso de la camioneta del carpintero.
Por el momento, la causa está caratulada como “lesiones graves”. La confusión casi le costó la vida a Hernán Isidro.
Fotos: Gentileza WhatsApp Frecuencia Policial
