Un empresario fue condenado por delitos de lesa humanidad por primera vez en la historia

El Tribunal Oral Federal de Salta impuso hoy una pena de 12 años de prisión a Marcos Levin, el primer empresario condenado como coautor o cómplice de delitos de lesa humanidad cometidos contra trabajadores de su empresa durante la represión terrorista de estado de la última dictadura.
El Tribunal integrado por los jueces Carlos Jiménez Montilla, Federico Santiago Díaz y Gabriel Casas condenó a la misma pena a los represores Víctor Hugo Bocos y Víctor Hugo Almirón y a ocho años de cárcel a Víctor Cardozo, en una sentencia cuyos fundamentos serán divulgados el 23 de mayo próximo.

 

Se prevé que tras confirmarse la sentencia, los condenados cumplan la pena bajo arresto domiciliario.
Todos estaban imputados por el secuestro y los tormentos infligidos a Víctor Manuel Cobos, en enero de 1977.
Los fundamentos de la sentencia se leerán el 23 de mayo próximo.
Según Cobos, los sucesos ocurrieron cuando él se desempeñaba como delegado de la empresa de transporte de pasajeros La Veloz del Norte, de la que Levín era entonces su propietario.
Durante los alegatos la fiscalía pidió 18 años de prisión para Levín, 17 para Bocos y Almirón y 16 para Cardozo.
La Veloz del Norte es una compañía de transporte automotor de pasajeros de Salta que ofrece recorridos provinciales, nacionales e internacionales. Sus principales rutas se concentran en el norte del país entre las provincias Tucumán, Salta y Jujuy, pero también tiene entre sus destinos las provincias de Buenos Aires y Córdoba; y los países de Bolivia y Perú. Entre 1973 y hasta el golpe de 1976, los trabajadores agremiados en la UTA, entre los que se encontraban los empleados de La Veloz del Norte, vivieron un proceso de conflictividad ascendente. Se desarrollaron distintas acciones de lucha con el propósito general de elevar el piso de derechos para el conjunto de los trabajadores, y también en protesta frente al despido arbitrario e injustificado de empleados. La situación no se modificó hacia 1976 y el sector combativo de los trabajadores agremiados de La Veloz del Norte resultaba un escollo para la compañía. Al menos 22 trabajadores de La Veloz del Norte resultaron víctimas de crímenes de lesa humanidad durante el terrorismo de Estado. Ninguno de estos trabajadores está desaparecido, sino que todos fueron detenidos durante enero de 1977, llevados a la Comisaría 4ta de Salta capital, y sometidos a torturas durante su detención. Luego, algunos de ellos fueron trasladados a la cárcel de Villa Las Rosas —aproximadamente por 15 días más— y otros fueron liberados. La empresa manejaba un elevado nivel de información acerca de las detenciones y existe importante evidencia que indica que tuvo una directa responsabilidad en los delitos de lesa humanidad. Da cuenta de esto la provisión de recursos materiales como vehículos personales y micros de media y larga distancia y galpones para la ejecución de los secuestros, la presencia de personal jerárquico en los lugares donde los trabajadores fueron torturados, la organización del trabajo para garantizar la ejecución de las detenciones (coordinar realización de viajes y salidas de los choferes con las fuerzas represivas) y la entrega de listados, entre otros. El hecho de que no hubiera desaparecidos permite tener testigos directos de la participación del dueño y del personal jerárquico de la empresa en los delitos cometidos, esto es: el secuestro, la privación ilegítima de la libertad y la tortura.
Marcos Levín fue el dueño de la empresa desde su fundación en 1942 y en septiembre de 2012 vendió el 50% de las acciones a Luis Derudder, dueño de Flecha Bus, quien ya poseía el otro 50%. Marcos Levín es actualmente dueño de otras compañías de transporte, como Leal Líneas Aéreas, con sede en Salta y con proyecto de obtención de rutas que van desde Iguazú e Iquique (Chile) hasta Río de Janeiro y San Pablo (Brasil).

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