El delegado de Ate en Bernardo de Irigoyen y médico veterinario del Senasa, Gabriel Gómez contó que en la madrugada de ayer incendiaron su auto particular y el auto del Senasa que estaba frente a su vivienda. Al intentar apagar el fuego se quemó la mano. Atribuye el hecho a la situación laboral de los estatales donde los trabajadores “pagan los platos rotos de decisiones del gobierno nacional”.
Gabriel Gómez. Radio Libertad
Relató que ayer a las 2 de la madrugada una de sus hijas escuchó ruido y salieron a ver, cuando observan que una persona huyó en la oscuridad y salió corriendo. Dijo que afuera estaba el auto del Senasa que usa para su trabajo y su auto particular. Salieron y se encontraron con que habían incendiado las dos butacas delanteras del auto del Senasa y la butaca del chofer del auto particular. Con su hija y esposa lograron apagar el fuego.
Consultado sobre las posibles causas, consideró que “los trabajadores estamos en un momento donde los trabajadores estamos pagando los platos rotos de la decisión del Ejecutivo político nacional”.
Dijo que en Bernardo de Irigoyen están defendiendo a los trabajadores y en la discusión de incremento salarial. En cuanto a la situación laboral que atraviesan, señaló que hay muchos que fueron echados, hay un ajuste donde los salarios tienen menos valor, hay una estigmatización de los trabajadores que se los trata de ñoquis, enumeró.
Finalmente, sobre el atentado, aseguró que no tuvo amenaza y no sabe de dónde habría venido el accionar.
