Gabriel Cristóbal Leal es investigado por el asesinato a cuchilladas de Pablo Antonio Fraire (28) desde fines de 2003. Estuvo diez años prófugo y cayó en España luego de que cometiera una infracción de tránsito y se determinara que tenía pedido de captura internacional. En las últimas horas, la Cámara de Apelaciones en lo Penal y Correccional desestimó un recurso de su defensa para declarar la nulidad de la elevación del caso a debate. Es decir, el sospechoso irá a juicio oral por el asesinato del joven durante un intento de asalto.
«Homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas, alevosía y criminis causa”, previsto en el artículo 80 del Código Penal Argentino, incisos 2, 6 y 7. Esta es la carátula de la causa. Si lo hallan culpable, y hay un cúmulo de indicios en su contra, Gaby, tal como lo conocen al imputado, será castigado con la prisión perpetua.
Por el mismo hecho, ya fueron condenados en 2009, tras un esperado juicio, el hermanastro de Leal, Oscar Ramón «Poli» Castel; y Gustavo “Porteño” Aranda Alvarenga.
De acuerdo con lo que se ventiló en el proceso, Castel, Aranda y Leal citaron a Fraire en Francia casi Tomás Guido, el 25 de noviembre de 2002 por la noche, con la excusa de que querían venderle algo. Pero una vez en el lugar quisieron robarle el dinero que había llevado el joven, quien se resistió al atraco y recibió 37 cuchillazos en distintas partes del cuerpo.
El crimen de Pablo movilizó a la sociedad posadeña. Derivó en marchas de silencio y más tarde en dos proyectos que tiempo después se materializaron: la creación de la División Homicidios dentro de la estructura policial y la sanción de la figura del querellante particular.
Según consta en el expediente, horas después del asesinato Leal le dijo a un conocido que Aranda había “dado vuelta a un pibe”. «El Porteño», en tanto, acusó a Gaby de ser el autor de los cuchillazos. Hay indicios de que fueron ambos.
Hay una prueba científica clave que compromete a Leal: en la ropa de Fraire encontraron manchas de sangre de Gaby. Esto lo confirmó un cotejo de ADN.
La Sala I de la Cámara de Apelaciones compuesta por los jueces José Alberto López y Marisa Dilaccio dejaron firme la resolución del juez de Instrucción Siete, Carlos Giménez, de rechazar el pedido de nulidad que había trabado la defensa del acusado contra la elevación a juicio requerida por la fiscal Adriana Herbociani.
Los abogados de Leal, José Luis Rey y Eduardo Paredes, consideraban que el pedido de la fiscal “no reunía los requisitos que exige el Código Procesal Penal (CPP)”. Añadieron que la funcionaria “se basaba en testimonios, denuncias y sentencia de otro proceso”.
Ahora, con el camino despejado, el caso Fraire, que lleva 14 años de trámite, finalmente se encamina hacia el epílogo.
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