Lea las distintas opiniones del acuerdo con los holdouts

Acuerdo con los holdouts: un paso necesario para la apertura de Argentina al mundo

Luego de transcurridos casi 15 años de la cesación de pagos de la deuda pública argentina y de 11 años del canje de deuda más grande de la historia del país, el gobierno nacional habría logrado sellar un acuerdo con los llamados “holdouts”, es decir aquellos acreedores que no habían aceptado entrar en la reestructuración de la deuda del año 2005 ni en la reapertura del canje del 2010.

¿Cómo se llegó a la situación actual?

El panorama con los holdouts, o “fondos buitres” se había complicado para la Argentina en el año 2012, a partir del fallo del juez de los EEUU, Thomas Griessa, que obligó a la Argentina a pagar US$ 1.330 millones a un fondo de acreedores (NML, Aurelius y un grupo minorista).

En marzo de 2013, la Argentina presentó una nueva oferta de canje a los holdouts, bajo condiciones similares a las otorgadas en los canjes del 2005 y 2010. Dicha oferta fue rechazada por el grupo de bonistas, que no aceptaron una quita y reestructuración de la deuda sino que reclamaban el pago en efectivo del 100% del valor original, más los intereses devengados.

A partir de entonces, se inició una etapa de embargos, apelaciones, y de nuevos fallos adversos para el país, que desembocaron en un default técnico para la Argentina, con consecuencias altamente negativas no solo por los nuevos costos que estos hechos generaron, sino porque implicaron el cierre prácticamente total al acceso al financiamiento internacional, tanto para el sector público como el sector privado.

¿A qué monto asciende la cifra de holdouts?

Las estadísticas oficiales exponen que el monto de la deuda no presentada al canje ascendía en septiembre de 2015 a unos US$ 11.550 millones de dólares en concepto de capital e intereses, si bien aclara que esta cifra no incluye intereses moratorios ni punitorios, con lo cual se estaría hablando de un monto de entre US$ 15.000 y US$ 20.000 millones.

 

En términos del monto total de la deuda, los US$ 11.500 millones representan aproximadamente un 5% del stock, considerando que a septiembre del 2015 la deuda del Sector Público Nacional ascendía a unos US$ 251.500 millones (US$ 240.000 millones en situación de pago normal y US$ 11.500 por holdouts).

Con relación al PIB, a septiembre del 2015, el stock total de deuda representaba un 45,8%, mientras que el monto de holdouts alcanzaba un 2% del PIB. De considerarse los intereses moratorios y punitorios, el monto total de holdouts representaría entre un 3% y un 4% del PIB.

Principales puntos del acuerdo

El gobierno habría llegado a un acuerdo con los fondos NML, Aurelius y otros (los fondos más “duros” de aquellos integrantes de los holdouts) que implica abonarle un monto de US$ 4.653 millones. El arreglo supone una quita del 25% sobre la sentencia de la deuda. Si bien esta quita es menor que la de los canjes previos, los fondos buitres reclamaban el 100% del pago, con lo cual indica en alguna medida un acuerdo intermedio entre ambas partes.

El arreglo implica que se estaría encaminando la solución para un 85% de un total de reclamos judiciales por US$ 9.000 millones que se están negociando, quedando aún por resolver un 15% que corresponde a fondos minoristas. Sumando montos con otros acreedores, se estima que el país debería pagar cerca de US$ 7.800 millones para cancelar reclamos por algo más de US$ 10.000 millones.

El pago debe ser realizado en efectivo antes del 14 de abril, para lo cual la Argentina colocaría bonos de deuda. Para ello, el paso próximo queda en manos del Congreso e implica la derogación de la “Ley Cerrojo”, que impedía la apertura de nuevos canjes y la ley de “Pago Soberano”, que intentaba eludir el fallo del Juez Griessa modificando el agente de pago de los títulos de deuda.

Implicancias para el país

Más allá de la discusión acerca de si la quita podría haber sido mayor o no, el acuerdo arribado ayer con el ala más dura de los fondos buitres constituye a todas luces algo positivo para el país por varias razones:

 En primer lugar, el arreglo pondría fin al capítulo de cesación de pagos para el país, que se inició en el año 2001 y que más allá del exitoso canje del año 2005, no había podido nunca ser cerrado debido a la existencia de los holdouts.

 Permitiría al país volver a tener acceso al mercado de crédito internacional, tanto al sector público como al privado, lo cual facilitaría el ingreso de dólares en el mediano y largo plazo.

 Disminuiría el riesgo país, y por ende, permitiría disminuir la tasa de interés, paso necesario para comenzar a ver señales de una reactivación de la economía.

 Aumentarían las inversiones extranjeras, colaborando con el ingreso de divisas y a la reactivación.

En definitiva, para poder crecer, el país requiere de financiamiento para inversiones.

El arreglo con los holdouts abre nuevamente esta posibilidad para el país, permitiendo nuevo financiamiento e inversiones internacionales.

Un mayor nivel de endeudamiento no debe ser tomado como algo negativo, siempre y cuando el destino de los fondos sea mayores inversiones en infraestructura y capital para poner en nuevamente al país en el sendero del crecimiento. En este sentido, es esencial que de manera paralela al ingreso al mercado internacional de fondos se trabaje intensamente en lograr una mayor eficiencia del gasto público. El lograr un gasto público “productivo” es condición básica para que el mayor endeudamiento no desemboque nuevamente en los errores de deuda del pasado.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas