«Las chicas se habían quedado sin dinero y se pusieron en contacto con un amigo que a su vez las contactó con otro amigo que vivía solo y les dio hospedaje», cuenta Rodas en diálogo con Radio La Red.
«Según el relato del detenido él y su amigo estaban alcoholizados y uno llevó a una de las chicas a su cuarto e intentó tocarla, la chica se resistió y este le pegó con un palo en la cabeza que la mató instantáneamente», explicó Rodas y agregó: «Asustado, corrió a la otra habitación y encontró a la otra joven apuñalada en el torax sangrando».
De la confesión surge que los hombres de arriba de 30 años, no sabían qué hacer y ambos decidieron agarrar cinta de embalar y llevarlas en un triciclo y dejarlas cerca de la playa donde finalmente fueron encontradas.
El ministro del Interior de Ecuador, José Serrano Salgado, informó esta madrugada acerca de la detención de dos hombres presuntamente vinculados con la muerte de las dos jóvenes argentinas, Marina Menegazzo y María José Coni, desaparecidas desde el lunes en ese país.
Los dos hombres detenidos durante la madrugada tienen más de 30 años, pero aún no difundieron sus identidades. Enfrentan penas de 22 a 26 años de prisión, de acuerdo al Código Orgánico Integral Penal de Ecuador. Sin embargo, tal como sucede en la Argentina, la confesión no sirve como prueba. Ahora las autoridades judiciales buscan otros elementos para poder acreditar cómo fueron los hechos.
Para el ministro del Interior de Ecuador, José Serrano Salgado, no hay dudas. De acuerdo a la información que publicó en la red social Twitter, las personas detenidas son «los dos autores del asesinato». El operativo de detención se realizó en una «vivienda precaria» de Montañita, donde se encontraron las pertenencias de las chicas y guantes con sangre. El propietario de la casa fue detenido y confesó la autoría del crimen.
Las turistas habían viajado el 10 de enero con otras dos amigas. Estuvieron en Perú y en Ecuador, hasta que el 13 de febrero se separaron. Menegazzo y Coni siguieron rumbo a Montañita, mientras que las otras dos chicas volvieron a la Argentina. Habían visitado los lugares característicos de ambos países, entre los que se destaca las ruinas de Machu Picchu. Debían regresar a Mendoza, donde vivían, con un vuelo que las llevaría desde Perú hasta Chile, pero nunca abordaron ese avión.