Los Zuccarelli ganaron tiempo para enderezar el rumbo: «El balance hasta ahora no es bueno»

El triunfo de Guaraní de anoche por 2 a 0 ante Chaco For Ever, en una nueva edición del viejo clásico regional, le dio aire a la dupla técnica encabezada por Humberto y Martín Zuccarelli, que ahora cuentan con dos semanas para intentar ensamblar las piezas de un equipo que hasta ahora no encontró una identidad futbolística definida.

Con cuatro partidos jugados, uno ganado, dos empates y una derrota, Guaraní ostenta cinco puntos y el tercer puesto en la zona 6 que hoy por hoy lo dejarían afuera de la segunda fase del torneo y lo mandarían a pelear por el descenso. Muy poco para un equipo que tiene jugadores de la talla de Cristian Barinaga, Enzo Bruno, Carlos Casteglione o Julio Barraza. Y sobre todo, muy poco para un club que viene de pelear hasta la última fecha del torneo pasado por la permanencia en la B Nacional.

«El balance no es bueno porque no sacamos una cantidad de puntos que esperábamos, si entendíamos que estábamos en una de las zonas más parejas y va a ser así hasta último momento, entendemos que tenemos mucho para mejorar y sobre todo en la segunda mitad (de la primera rueda) obtener más puntos», dijo Martín Zuccarelli, ante la consulta de MOL sobre sus conclusiones tras la primera rueda.

«Tenemos 27 jugadores, todos tienen posibilidades, y vamos probando», explicó ayer en la conferencia pospartido el más joven de los Zuccarelli, para explayarse sobre algunos cambios que sorprendieron en el equipo inicial que salió a jugar anoche en el Clemente Argentino.

El problema está en la generación de juego

Los Zuccarelli, que sí parecen haber encontrado una solidez defensiva a partir del buen desempeño de la dupla integrada por Casteglione-Barraza (quien ayer fue muy bien reemplazado por Juan José Barreña), en cambio no encuentran la fórmula para transformar sus buenos jugadores de ataque en situaciones de gol y buen juego de mitad de cancha para adelante.

Ante For Ever salió del equipo Federico Jourdan, la figura del anterior partido en Villa Sarita ante Sarmiento. «No anduvo tan bien en Formosa y además en la semana probamos con Mauro que metió muchos goles llegando desde afuera al segundo palo», explicó Zuccarelli, aludiendo a uno de los cambios que llamó la atención. Hizo jugar de volante por derecha a Maurito Gómez (centrodelantero) y por la banda izquierda del mediocampo puso otro que al menos llegó a Posadas con chapa de «9», Alexis Delgado.

El experimento no anduvo bien, ambos jugadores fueron reemplazados en el segundo tiempo y no aportaron mucho ni en ataque ni en la contención, donde tuvieron que dar una mano.

«No pudimos sostener la pelota, no estuvimos bien en el primer tiempo», admitió Zuccarelli. La dupla «pincharrata» zafó de un panorama incierto si ayer no lograba ganar el partido. Una derrota o un empate hubieran significado enfrentar estas dos semanas en medio de fuertes cuestionamientos de una parte de la hinchada que hace tiempo resiste a los oriundos de La Plata.

¿Quién maneja los tiempos del equipo?

Con la ida de Leandro Benítez, los Zuccarelli se quedaron sin un volante de creación capaz de pedir la pelota, tenerla y generar juego a partir de pases laterales a los volantes externos o de pases verticales a los delanteros. Ayer el primer tiempo fue un concierto de pelotazos, sin ningún jugador de Guaraní que se hiciera cargo de bajar la pelota e intentar una jugada asociada.

Con el «Chino» era distinto, ya que Guaraní siempre tenía un jugador que equilibraba esa natural tendencia al vértigo con la indispensable pausa de la que ahora carece.

Encima, Guaraní tiene una carencia de gol tan grande que Zuccarelli tiene que «sacrificar» a Barinaga mandándolo a jugar bien de punta, en el área chica. Una posición que lo aleja de la pelota o que lo obliga muchas veces a recibir de espaldas al arco, que no es la posición que más le gusta al Barigol. Pero la apuesta le está dando resultado a Zucarelli. Barinaga metió ayer su segundo gol con un córner olímpico y generó el primero, al sacar un derechazo que el arquero Perelman no pudo rechazar y Alvaro Klusener aprovechó para mandar al fondo de la red.

«¿Si Barinaga no puede jugar de volante? Si, claro que puede. Lo tuve a Cristian en Quilmes, donde fui director deportivo, y lo pusimos ahí, pero con la facilidad que tiene Cristian para convertir goles es un desperdicio ponerlo en esa posición y alejarlo de la situación donde más cómodo se siente, que es frente al arco», explicó Zuccarelli.

Dos semanas para buscar un equipo

Como el triunfo apagó cualquier «incendio» por Villa Sarita, ahora los Zuccarelli tienen dos semanas para trabajar tranquilos ya que el próximo fin de semana deberán cumplir con la fecha libre. Será ideal para que la dupla técnica encuentre la fórmula que está buscando para que Guaraní sea un equipo capaz de generar juego asociado y peligro en el arco de enfrente.

«Mañana vamos a entrenar con los jugadores que no tienen minutos en cancha y a partir del martes vamos a potenciar lo que hicimos bien, mejorar lo que hicimos mal, pero sobre todo vamos a aprovechar porque este triunfo nos de confianza de cara a lo que viene», explicó el joven DT, y se fue convencido de dos cosas: su equipo está en deuda y deberá mejorar. La buena noticia es que con el triunfo del domingo compró el tiempo suficiente para cambiar.

MB

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