Esta semana trascendió un conflicto laboral en FM Universidad, radio institucional de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), que depende del Programa UNaM Transmedia, y derivó en denuncias públicas realizadas por un grupo del plantel periodístico de planta permanente ante supuestos actos de “censura” frente a la decisión de “avanzar en forma progresiva al recorte de horarios de contenidos de la programación”, además de aseverar que existe “persecución política, hostigamiento laboral y violencia de género”.
Misiones Online entrevistó al coordinador del Programa, Hernán Cazzaniga, y al secretario de Extensión de la UNaM; Miguel López, para que expliquen los motivos de las modificaciones que definieron la nueva grilla y que generaron controversia en la emisora universitaria.
López sostuvo que la reacción de rechazo por este grupo del plantel surgió a partir de “la definición de una nueva grilla en la programación de la radio como también en la necesaria e imprescindible optimización de las capacidades y experiencias del personal del medio, compromiso asumido desde el Programa UNaM Transmedia”, dijo.
Agregó que desde la institución académica se apunta a generar contenidos “más competitivos, que consoliden no sólo las actividades de la propia universidad sino, y fundamentalmente, lo que pasa en la sociedad local, sociedad regional y sociedad global, con pluralidad de voces y siempre comprometida con la realidad histórica-cultural. En el caso de la radio, está avalada por más de 20 años de experiencias y con grillas según el contexto histórico y compromiso social”, remarcó el académico, quien además aclaró que los cambios en la emisora no “afectan al personal en disminución de horas de trabajos (7 horas diarias, 35 horas por semana) ni disminución de salarios a percibir”.
Por su parte, Hernán Cazzaniga rechazó las denuncias realizadas por considerarlas “no pertinentes” y en diálogo con este medio amplió la posición institucional de la Universidad frente a la situación generada. “La conflictividad en la radio ha sido recurrente desde hace muchos años, con la participación de los mismos protagonistas, en diferentes circunstancias y bajo la dirección o coordinación de diferentes personas. La radio de la Universidad es un medio institucional y tiene reglas que determinan responsabilidades. En diferentes oportunidades se llamó al diálogo al personal para redefinir de forma participativa la manera de trabajo, teniendo como respuesta el rechazo cerrado de este pequeño grupo en relación al plantel general que se desempeña, haciendo dificultoso el trabajo en equipo que se requiere en el nuevo escenario que se abre a partir del desarrollo de las tecnologías digitales”, explicó el coordinador.
Para las autoridades de la UNaM carece de veracidad las expresiones vertidas por algunos integrantes del grupo en conflicto al sugerir que se ejerció algún acto de censura en la emisora. “Los oyentes de FM Universidad pueden corroborar diariamente que rige la más absoluta libertad de expresión en la programación, siendo responsabilidad de quienes están frente al micrófono (sean personal de la radio, realizadores asociados o entrevistados) las manifestaciones vertidas”, señaló Cazzaniga.
En tanto, López aseveró que “la libertad de expresión está garantizada, ya que es parte de la fortaleza histórica de la institución y en particular de los programas de la Radio FM Universidad. Reciente fueron las elecciones en el país, para elegir a los gobernantes y representantes, y fueron en los diferentes programas que garantizaron por igual las pluralidad de voces; se evidenció en la segunda vuelta, los dos partidos que disputaban la contienda, tuvieron en la Radio la posibilidad de presentar sus propuestas. Esta situación refleja el compromiso de la universidad con consolidar la democracia y la libertad de expresión”.
Aseguró que la dinámica de la emisora se mantiene “como siempre, el espacio esta abierto a los oyentes, organizaciones sociales y ambientalistas, partidos de la oposición, funcionarios gubernamentales y representantes de estudiantiles, no-docentes, docentes, entre otros que encuentran en la esta emisora la posibilidad de expresarse libremente”.
El secretario de Extensión sostuvo también que en los programas se evidencia una actitud crítica y reflexiva de parte de los periodistas, profesores, estudiantes, organizaciones sociales que forman parte de grilla.
De esta manera, y ante la situación planteada, las autoridades adelantaron que se mantendrán en la decisión de modificación de la grilla de programación radial definida y con las consignas que oportunamente fueron transmitidas al personal. “La voluntad de diálogo esta siempre abierta, pero en la medida en que esta definición no supone ni pérdidas de derechos laborales, ni ningún otro perjuicio a los trabajadores, se mantiene como una decisión de la coordinación que tiene por avanzar en esta tarea como sucede normalmente en cualquier medio, sea público o privado”, indicó Cazzaniga.
Ni censura ni riesgo salarial
De esta manera, para las autoridades universitarias los cuestionamientos se suscitaron por la decisión de la coordinación de UNaM Transmedia (de la cual dependen) de establecer una grilla de programación de la radio en base a formatos que no superen la hora de duración y al mismo tiempo de asignar a los equipos de producción la tarea de producir documentos periodísticos editados que constituyan un archivo de producción propia que fortalezca el tratamiento de temas de relevancia social, política y cultural con énfasis en la problemática de los Derechos Humanos en su sentido amplio. “Esta modificación no supone un acto de censura, ya que de hecho se planteó a los productores periodísticos que desarrollen su agenda y en ningún momento han sido cercenados ni ellos, ni entrevistado alguno, en su libertad de expresión”, aclaró Cazzaniga.
Por otra parte, desde el punto de vista laboral insistió en que “tampoco se planteó ni reducción de personal, ni ninguna quita de salarios. Simplemente la tarea encomendada se corresponde razonablemente con la carga horaria que deben cumplir de acuerdo al convenio colectivo de trabajo del personal no docente y las reglas del arte de la profesión. Por lo tanto, entendemos que el desacuerdo manifestado y la forma en que se manifestó no son pertinentes”, ratificó el coordinador.
Contenido, capacidad y experiencia
Por su parte, el secretario de Extensión se refirió a los objetivos que se plantean con el Programa UNaM Transmedia. “La modificación de la radio responde a la definición de una nueva grilla de programas, que apunta a profundizar la línea con un fuerte compromiso social y democrático, pero además, con el desafío de elaborar contenidos que demanda mucha capacidad y experiencia, y una elevada articulación con los diferentes actores para optimizar los recursos escasos”, recalcó.
La UNaM, como una universidad de frontera, recrea una gran diversidad cultural y se destaca por trabajar en red con universidades e instituciones de distintos puntos del país, de países limítrofes y del exterior. Además, de la necesidad de visualizar las actividades del área de las secretarías generales: por ejemplo, Ciencia y Técnica, Académica, Bienestar Estudiantes y de Extensión Universitaria; como también los nuevos programas en Extensión como Igualdad de Género, Derechos Humano, Graduados, Los derechos de las personas con capacidades diferentes, el Programa social de los bosques, Universidad y ambiente, así como la agenda cultural-música-teatro y talleres artísticos y los PROFAE que continuarán en el espacio fundamental de relacionamiento con la sociedad- fuerte impacto social, cultural y productivo.
Finalmente, Cazzaniga señaló que “el perfil de la radio ha sido definido en su etapa fundacional cuando se la planteó como un medio abierto al tratamiento de temas relevantes donde la producción periodística y la difusión de expresiones culturales tanto locales como universales guarden una equilibrada presencia en la grilla, aspirando a ser de interés de una amplia audiencia. Pero reiteramos, en este sentido el cambio planteado no modifica la definición histórica de contenidos, sino apunta a darle a la programación mayor dinamismo, sostenibilidad a los programas y mejorar la calidad técnica y narrativa a la vez que ampliar el espectro de voces y temas y promover la participación de la comunidad universitaria”, concluyó el coordinador.
Por Patricia Escobar
