Cría cuervos

Los 22 minutos en que el presidente Mauricio Macri pudo mostrarse cercano al Papa Francisco en una audiencia en Roma, el cierre postergado de las paritarias docentes y la primera marcha en contra del Gobierno por los fallidos cambios en Ganancias, dominaron el escenario político en los últimos días.
Sin embargo, por lo bajo y en silencio está ocurriendo una negociación que tendrá un severo impacto en la economía y a la que no se le está prestando demasiada atención. Los Fondos Buitre, están a horas de cobrar en efectivo un reclamo de quince mil millones de dólares que sepulta todo esfuerzo por la soberanía económica y financiera del país. A diferencia de los canjes anteriores, encarados por Néstor y Cristina Kirchner, con grandes quitas de deuda, ahora la quita sería de sólo el 25 por ciento a cambio de un pago en efectivo.
Para eso, la Argentina se endeudará nuevamente en bonos y asumirá el compromiso de permitir auditorías de los organismos financieros y los acreedores. Tanto han cambiado los tiempos que la Argentina defendió al juez Thomas Griesa ante el embate de los buitres que pretendían sacarlo del camino para lograr condiciones de pago incluso más favorables que las que ofreció el equipo económico en las negociaciones.
Alfonso Prat Gay, el titular de la cartera económica, lo definió con simpleza. “La Argentina realizará el pago en efectivo con lo producido por la ‘emisión de un bono’ que será en dólares y con legislación extranjera”, indicó al mismo tiempo que descartó la posibilidad de pagarle a los acreedores con un título. Cash.
El mecanismo es sencillo. Endeudarse más para poder endeudarse más. El blindaje y el megacanje en las postrimerías del gobierno de Fernando De la Rúa y su equipo económico, tenían lógicas similares. Pero no hicieron demasiado para proteger la economía nacional.
El optimismo exacerbado del Gobierno por el cierre del acuerdo con los Buitres, obedece a la necesidad de mostrar un resultado después de varios traspiés en los primeros meses de gestión. El objetivo es que el acuerdo con los fondos especuladores permita el ingreso de dólares frescos que descomprima el precio del billete estadounidense y reactive la economía.
El equipo económico de Macri prevé una emisión de bonos por entre 15 mil y 20 mil millones de dólares para pagarle a los buitres, para luego tomar endeudamiento por sumas que podrían rondar los 7 mil millones para reactivar la aletargada economía.
El beneficio sería poder tomar deuda a tasas más bajas que las que ofrece el mercado actualmente, pero en un contexto complejo global, nada garantiza el ingreso de inversiones genuinas en el corto plazo, como ya sucedió en operaciones similares al fin del mandato de la Alianza.
El esfuerzo desmedido por cerrar el acuerdo y “reinsertarse” en el mundo financiero, contrasta con los errores cometidos en la «eliminación” de Ganancias -una de las principales promesas de campaña- y las dilatadas negociaciones con los docentes en las paritarias. A los gremios se les ofreció un monto, se retrocedió y finalmente se pactó lo mismo, trasladando una fuerte presión a las provincias que requerirán ayuda adicional para cubrir las mayores demandas salariales.
Las prioridades quedan en evidencia: el pago en efectivo a los buitres representa 18 veces lo que se destina a salarios docentes.
Ganancias fue el cúmulo de “errores”. De promesa principal a fiasco para sus propios votantes y preocupación de miles de trabajadores que ahora comenzarán a tributar cuando antes estaban excluidos. Una vez que se conocieron los detalles de los cambios aplicados en el impuesto, se ratificó que unos 220.000 trabajadores que estaban exentos de Ganancias pasarán a pagar ese impuesto, retroactivo a enero. Esta cantidad se suma a los 110.000 jubilados que también estaban exentos y ahora quedaron incluidos en Ganancias.
Esos 220.000 empleados formales o en relación de dependencia son los que entre enero y agosto de 2013 cobraban menos de 15.000 pesos y que por los aumentos salariales de fines de 2013, 2014 y 2015 ahora cobran más de 20.000 pesos e incluso más de 30.000 según los aumentos otorgados por las empresas o lo acordado en las distintas paritarias.
En esos casos, de no pagar nada, ahora podrían tener descuentos por Ganancias de hasta 3.000 pesos mensuales o más según los niveles salariales actuales. Equivale a un descuento de hasta más de un sueldo por año.
Por ejemplo, un empleado soltero, sin hijos, o un casado sin cargas de familia con un sueldo de 25.000 pesos, después de los descuentos de jubilación y obra salud y que hasta ahora no pagaba Ganancias. Retroactivo a enero, pagará sobre el excedente de 18.880 pesos (nuevo mínimo no imponible). Eso da una retención de 1.365 mensuales. Y con 30.000 pesos de sueldo neto le retendrán 3.091 pesos mensuales, según los cálculos de los especialistas. La ampliación del número de trabajadores que pagan Ganancias marcó el primer roce con Hugo Moyano. “¿Por qué no le hacen poner el hombro al campo o a la minería?”, disparó el camionero en contra del nuevo régimen de Ganancias, en el que estarán incluidos todos los afiliados a su gremio, que además forman parte del universo de argentinos que soporta una disparada inflacionaria alimentada por las propias decisiones del Gobierno, como el tarifazo eléctrico.
Moyano, hasta ahora bastante cercano al macrismo, tomó distancia, porque sus bases están que trinan. La marcha de estatales convocada en contra de los despidos también marcan el descontento de los trabajadores para con el gobierno. Macri prometió revisar los «errores» en la implementación de los cambios, pero por el momento, no hubo ninguna señal en ese sentido. Los descuentos serán aplicados.
Al malestar de los trabajadores que comenzarán a tributar, se suma el de las provincias. Por el alivio de algunos, dejarán de percibir cerca de 25 mil millones por la caída en la recaudación de Ganancias. En el caso de Misiones, se estima una pérdida de 819 millones. Esto equivale al 4,6% de los fondos coparticipables de Misiones, que se estimaban para este año en un monto de 18.000 millones, antes del retoque en Ganancias. Todavía no se sabe si habrá una compensación por ese rojo, pero el vínculo económico entre la Nación y las provincias se viene manejando arbitrariamente desde Buenos Aires.
Ahora se creó por decreto el Consejo Argentino para el Nuevo Federalismo para avanzar en “cinco años” en la devolución progresiva del 15 por ciento de coparticipación para las provincias. Las provincias pretendían resolver esa disputa a la brevedad e incluso reclamar el acumulado de la deuda a través de la Justicia. El Gobierno, a través del Consejo promete arribar a una propuesta para la eliminación de la detracción del 15 por ciento de la masa de impuestos coparticipables pactada en agosto de 1992, en “forma progresiva y escalonada” durante 2016, 2017, 2018, 2019 y 2020, y se establece como fecha límite para su eliminación definitiva el 1º de enero del año 2021.
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio destacó la creación del Consejo Argentino para el Nuevo Federalismo para avanzar en la devolución progresiva del 15% de coparticipación para las provincias y recalcó que ese ámbito “es el marco para el debate, el diálogo y la construcción del federalismo”.
El gobernador Hugo Passalacqua fue uno de los primeros en recibir precisiones de la creación del Consejo, en una nueva reunión con Frigerio. El mandatario misionero aprovechó el encuentro para fortalecer las gestiones ante Nación para reimpulsar la construcción de viviendas para Misiones. “Es nuestra obsesión”, declaró al término del encuentro con Frigerio. También gestionó ante el Fondo Fiduciario Federal créditos para saneamiento, agua y cloacas y se firmará un convenio próximamente.
Passalacqua estuvo esta semana en la recepción al presidente de Francia, François Hollande, así como la semana pasada acompañó a Macri en el encuentro con Matteo Renzi, el primer ministro italiano, con el que Macri volvió a encontrarse ahora en Italia, en el marco de la gira que lo llevó al encuentro con Francisco.
Los 22 minutos que el Papa recibió a Macri sorprendieron a los analistas políticos de todo el mundo. Hay dos formas de medir el humor del Papa en los encuentros con otros jefes de Estado: las sonrisas para las fotos y el tiempo que duran las audiencias. Aquí no hubo sonrisas y el tiempo fue brevísimo. Solo la Reina de Inglaterra estuvo menos tiempo y apenas fue atendida por 17 minutos. El contraste con el tiempo dedicado a Cristina y a otros mandatarios como el paraguayo Horacio Cartes, de Paraguay, o Raúl Castro, de Cuba, quedó en evidencia, lo que generó una ola de críticas de los macristas argentinos que cuestionaron al Papa por el trato dispensado al Presidente argentino.
Sin embargo, hubo tiempo para los obsequios. Francisco le entregó al Presidente la encíclica Laudato Si y la exhortación apostólica Evangelii Gaudium. Ambos documentos son claves del pensamiento del Sumo Pontífice.
En la exhortación apostólica, advierte claramente que “ya no podemos confiar en las fuerzas ciegas y en la mano invisible del mercado. El crecimiento en equidad exige algo más que el crecimiento económico, aunque lo supone, requiere decisiones, programas, mecanismos y procesos específicamente orientados a una mejor distribución del ingreso, a una creación de fuentes de trabajo, a una promoción integral de los pobres que supere el mero asistencialismo. Estoy lejos de proponer un populismo irresponsable, pero la economía ya no puede recurrir a remedios que son un nuevo veneno, como cuando se pretende aumentar la rentabilidad reduciendo el mercado laboral y creando así nuevos excluidos”. La encíclica pone énfasis en el modelo económico y social que lleva al planeta a la cultura del descarte.
La frialdad en el trato entre Francisco y Macri dejó un sabor amargo entre los macristas de paladar negro que esperaban alguna señal de distensión. Por el contrario, el gesto adusto del Papa ante las cámaras y lo breve de la audiencia, dejaron claro que no habría una “mano política”.
De todos modos, la foto, junto a las visitas de Renzi, Hollande y en los próximos días del mismísimo Barack Obama, le permitirán a Macri mostrar una imagen de reinserción en el mundo que trajo consigo la promesa de inversiones productivas.
El Presidente abrirá este martes las sesiones ordinarias del Congreso, donde se espera que dé a conocer medidas concretas para contener la inflación, alcanzar la “pobreza cero”, la “lucha contra el narcotráfico” y “unir a los argentinos”, además otras promesas de campaña que deben comenzar a hacerse realidad. Ya no es tiempo de proselitismo en el que los eslóganes caían bien, sino que debe dar señales de cómo alcanzar esos objetivos que a cada momento parecen más lejanos.
Macri hará hincapié en los proyectos de ley que buscarán cumplir con promesas de campaña como la reforma electoral con la implementación de la Boleta Única Electrónica (BUE), la modificación del Código Penal y el pago de la deuda, entre otros. En lo que será un breve discurso -en comparación con el último de Cristina- están anotados además una ley de decomiso de bienes que provengan de actividades ilícitas, el juicio penal en rebeldía, acceso a la información pública, la ley del arrepentido y una reforma a la ley de Subrogancias y al Consejo de la Magistratura, entre otras iniciativas. Obviamente, habrá muchas alusiones a la herencia recibida del kirchnerismo, especialmente ahora que se activó la ofensiva judicial contra la ex Presidenta y sus principales espadas. A la causa por el dólar a futuro, impulsada por el siempre objetivo juez Claudio Bonadío.
A la causa Bonadío podría sumarse otra que tendrá incluso mayores repercusiones. Hay una enorme presión para que la causa por la muerte de Alberto Nisman pase al fuero federal, con lo que podría ser citada a declarar Cristina Fernández, la principal acusada por el ex fiscal de un supuesto encubrimiento a los autores del atentado a la Amia, cuya investigación dio un giro después de una década sin avances.
Aunque los jueces que recibieron la denuncia de Nisman descartaron que la Presidenta haya cometido algún tipo de delito, el cambio de Gobierno le da nuevos aires a la intención de involucrarla en la dudosa muerte del ex fiscal.
Unas horas antes de que Macri asista al Congreso, las escuelas de casi todo el país -excepto Misiones que lo hará el miércoles-, abrirán sus puertas después de unas paritarias que tuvieron en vilo a los gremios docentes. Finalmente, la oferta del Gobierno terminó de convencer a los educadores que amenazaban con paros. Las negociaciones fueron tensas y rompieron la tradición de acuerdos entre la Nación y los gremios que servían como parámetro para las provincias. Esta vez, después de una oferta cercana al 40 por ciento, el Gobierno retrocedió sobre sus pasos y dejó todo en stand by, al borde de la ruptura y a los gobernadores sin un espejo en el que reflejar sus propias ofertas. Irónicamente, la oferta final fue la misma que el Gobierno había realizado en los primeros tramos de las negociaciones, por lo que el tiempo perdido se verá reflejado en varias provincias sin clases.
El ministro de Educación, Esteban Bullrich dijo que el Gobierno “va a agotar todas las instancias” para que haya clases en todo el país y cuestionó a los gremios de Córdoba, Mendoza, Santa Fe, Entre Ríos, Neuquén, Chubut y Tierra del Fuego que «votaron el paro sin esperar el acuerdo nacional» que llevará el salario inicial de 6.060 pesos a 8.500. La culpa, debe atribuirse no a los gremios, sino a la incertidumbre generada por el propio Gobierno, incluso desautorizando al ministro.
“Hay que agotar todas las instancias y estamos trabajando con cada uno de los gobiernos provinciales porque no queremos conflictos prolongados”, enfatizó el ministro de Educación.
Bullrich dijo que el Gobierno ha hecho un “esfuerzo extraordinario e histórico” para “asistir a las provincias a través del Fondo Nacional de Incentivo Docente y que permite que los aumentos provinciales tengan una posibilidad de ser significativamente más altos”.
“El crecimiento más fuerte es del piso salarial que, aunque afecte a menos docentes, afecta a los que menos tienen”, señaló el funcionario quien especificó que el aumento promedio en todo el país para los docentes va de 30 a 32 por ciento.
En Misiones el promedio de aumento va en esa línea. Docentes y Gobierno trabajaron ayer hasta cerca del mediodía en la letra chica del acuerdo que se venía cocinando a fuego lento durante la última semana. Pese al posible conflicto nacional, en la Provincia el inicio de las clases no corrió peligro en ningún momento.
El acuerdo tiene un condimento adicional que lo distingue de las demás provincias. El aumento será del 25 por ciento más los aportes federales.
Los aumentos se percibirán en realidad desde el mes de febrero ya que debe pagarse 460 (mínimo vital y móvil), y 400 de diferencia del valor nuevo acordado en paritarias (de 510 subió a 910) de Incentivo. Según el Consejo General de Educación, se pagará a mediados de marzo, una vez que transfiera Nación los recursos comprometidos. Misiones única en el país que pone 25 en blanco de una sola vez. El resto es en etapas algunas alcanzan hasta el segundo semestre, Nunca en la historia se dio un incremento tan alto en un mismo momento.
La Nación debe seguir enviando el articulo 9, con 945 por cargo mas el Fondo Nacional de Incentivo Docente que de 510 se irá a 1210 y los recursos para garantizar q en marzo el sueldo inicial será de 7800 y en julio de 8500 pesos. El Gobierno provincial se comprometió además a adelantar con dinero propio el Incentivo Docente para pagarlo a mediados de mes como era hasta el año pasado, hasta que después la Nación envíe los recursos.
La ministra de Educación de la Provincia, Ivonne Aquino, destacó “la excelente actitud de diálogo y comunicación que una vez más se puso de manifiesto entre el gobierno educativo y esta mesa que nuclea a los sindicatos. En el día de hoy, gracias el trabajo y esfuerzo compartido, se está logrando un acuerdo histórico para la comunidad educativa de la provincia, ya que los docentes van a tener la posibilidad de tener un aumento en su salario, en un solo tramo, a partir del mes de marzo de este año. Eso nos gratifica, y como somos todos docentes y colegas es una muestra de una actitud de preocupación y atención a las necesidades del sector”. Ningún docente cobrará menos de 7800 pesos en marzo y 8500 en julio, pero de todos modos, la mesa de diálogo en Misiones, se mantiene en sesión permanente.

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