Presentan denuncia penal por daños en el resonador del hospital Posadas

El ministro de Salud, Jorge Lemus, anunció que fue presentada una «denuncia penal» por daños a la propiedad del Hospital Posadas, producto de que el resonador magnético, que realiza unas 40 resonancias diarias, apareció con una silla de ruedas incrustada.

El gobierno nacional anunció la presentación una «denuncia penal por daños al patrimonio» del Hospital Posadas al advertir que «se encontraron muchas irregularidades», además de «amenazas y hechos vandálicos», mientras que trabajadores del centro de salud negaron las acusaciones y las relacionaron con una revisión administrativa que involucra a 2.300 trabajadores contratados en 2014 y 2015.

 

El ministro de Modernización, Andrés Ibarra; su par de Salud, Jorge Lemus; de Justicia, Germán Garavano; y el director del Hospital, Albero Díaz Legaspe, dieron una conferencia de prensa en la Casa de Gobierno, en la que dieron cuenta de un estado de «deterioro importantísimo» del hospital.

 

El titular del hospital situado en la localidad bonaerense de Haedo confirmó que «fue encontrada una silla de ruedas dentro» del resonador magnético, y aseguró que están «identificadas las personas que estaban a cargo en esos momentos».

 

También manifestó su extrañeza porque en un mismo día dejaron de funcionar 25 ascensores del hospital. «Demasiada coincidencia», apuntó, y sostuvo que «hay una enorme deuda con proveedores y prestadores de servicios» del Posadas.

 

Garabano, por su parte, precisó que la denuncia fue presentada ante el juez federal 3, Juan Pablo Salas, de Morón, quien «ya ordenó medidas de prueba», dispuso «una custodia en el lugar, a cargo de fuerzas federales, por las amenazas» y adelantó que «se ampliará la denuncia en las próximas horas», aunque en este caso declinó brindar datos.

 

Por su parte, Ibarra hizo alusión a «irregularidades» en el hospital y dijo que de los 25.000 contratos que se están investigando en el Estado, alrededor de 3.500 pertenecen al hospital.

 

Por su parte trabajadores y dirigentes gremiales negaron hoy que los supuestos «hechos vandálicos» sean parte de un sabotaje, y relacionaron esos episodios con una revisión administrativa que involucra a 2.300 trabajadores.

 

«El episodio del resonador -ocurrido el viernes pasado- fue un accidente, una negligencia de un médico que entró con el paciente en silla de ruedas al espacio donde está el resonador, que tiene mucho magnetismo y que, cuando levantaron al paciente, absorbió la silla», sostuvo hoy en diálogo Télam el secretario general de ATE Morón y enfermero del hospital, Darío Silva, quien aseguró también que el equipo comenzó a funcionar ayer a las 18 porque «el daño no fue mayor».

 

En cuanto a los otros dos incidentes ocurridos el lunes feriado, Silva afirmó que «con la empresa que controla los ascensores hay una deuda de unos dos meses», y en el vacunatorio «estaban trabajando los electricistas del hospital» porque suele haber caídas de tensión e intentaban «generar una línea directa para darle corriente a las heladeras».

 

«Se trata de problemas de larga data, las autoridades del hospital lo saben. Las denuncias son injustas e infundadas, así como es injusto cuestionar la idoneidad de los trabajadores», añadió.

 

«Todo esto ocurre cuando hay una discusión política por el funcionamiento del hospital y por los despidos», dijo el gremialista en referencia a la revisión administrativa que realizan las autoridades, que involucra a «2.300 trabajadores», aquellos contratados en 2014 y 2014.

 

Por su parte, la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Cicop), coincidió en que «el episodio del resonador se trató de un accidente, pero de ninguna manera se trató de un sabotaje», e informó que «en el día de la fecha» el resonador ya estaba funcionando.

 

Con respecto a los ascensores y el vacunatorio, el presidente de Cicop, Fernando Corsiglia, consideró en diálogo con Télam que si bien no está en condiciones de «emitir juicios de valor», estos inconvenientes «están, probablemente, vinculados a la precaria situación del hospital».

 

«Es necesaria una investigación profunda» sobre los tres episodios, declaró.

 

Corsiglia también manifestó su «preocupación por la situación en que se desarrolla la actividad laboral», en referencia al «gran porcentaje» de trabajadores cuya situación contractual es «precaria».

 

«El Posadas es un hospital muy complejo, prácticamente el único que depende de la administración nacional, y atraviesa un proceso de franco deterioro, con trabajadores que están desde hace 20 años sin lograr estabilidad laboral», declaró.

 

Silva, por su parte, informó que en el Posadas trabajan 5.700 personas, de las cuales «casi un 90 por ciento es contratada, algunos desde hace 20 años», y comentó que lo ocurrido en estos días genera mucha tensión aunque que se está haciendo «un esfuerzo muy grande para que la atención del paciente no se vea afectada».

 

Ahora «todo está funcionando, el vacunatorio se trasladó a otro espacio y los trabajadores de diagnóstico por imagen desarrollan sus tareas normalmente», añadió.

 

En cuanto a las fotos que se viralizaron en las redes sociales, sostuvo que en una aparecen «dos neurocirujanos del hospital que no tienen nada que ver con la situación» y en la otra «tres o cuatro técnicos de la empresa que controla el resonador» intentado extraer la silla de ruedas.

 

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