Tres violentos por semana son detenidos por la Policía por agredir o amenazar a sus ex parejas

Angélica corrió por su vida, como nunca lo había hecho. Su ex pareja la atacó a machetazos en Oberá, a principios de febrero de este año. Y ella, herida, en una crisis de llanto, y en medio de la lluvia, corrió cinco cuadras hasta que pudo llegar a la casa de su hija y luego pedir auxilio a la Línea 137 de asistencia a las víctimas de violencia doméstica.
Ella salvó su vida, pero sufrió un gran corte en la cabeza, que le causó una gran hemorragia y le demandó ocho puntos de sutura.
Jorge Oscar Gómez quiso matarla, tal como había advertido en numerosas ocasiones. Casi lo logró. Angélica lo había anunciado varias veces.
“El agresor tenía prohibición de acercamiento y a pesar de ello nunca cumplió, siendo reiteradas las denuncias de Angélica por violencia, amenazas y desobediencia judicial; lo que derivó en varias actuaciones que fueron elevadas al Juzgado de Familia, Juzgado de Instrucción Nº 1 y Nº 2 de la Segunda Circunscripción Judicial de la Provincia de Misiones”, indicaron desde la Línea 137 en Oberá.
Las profesionales del programa de contención asistieron a la mujer, incluso la acompañaron al hospital Samic y posteriormente a la Comisaría de la Mujer a realizar una nueva denuncia. Esto derivó, días después, en la detención de Gómez.
“Angélica se sintió muy agradecida por el acompañamiento y contención brindado oportunamente ante un suceso tan aterrador como lo es la violencia ejercida en su máxima magnitud. Violencia que también fue presenciada por una menor de edad de tan solo 10 años, dejando impresiones imborrables de tan lamentable suceso”, añadieron desde la Línea 137, que depende de la Subsecretaría de Relaciones con la Comunidad del Ministerio de Gobierno.
Hay muchos casos como el de Angélica en la provincia y por eso se han redoblado los esfuerzos en detectarlos. A veces, se llega a tiempo, en otras, gana la tragedia. En este 2016, por semana, la Policía de Misiones detiene al menos tres violentos, ya sea por agresiones o porque violaron la orden de no acercarse a sus parejas o ex parejas para insultarlas o amenazarlas.

Violencia en aumento
Lo preocupante de la situación es que la agresividad va en aumento. Tres ejemplos, todos de este año, sirven para ilustrarlo.
El 10 de enero, la Unidad Regional VIII de San Vicente detuvo a un hombre acusado de amenazar de muerte a su esposa haciendo uso de una escopeta.
El caso fue denunciado por una mujer de 40 años, quien dio a conocer que horas antes tras una discusión con su marido, éste la amenazó de muerte y efectuó dos disparos.
VIOLENCIA 1
También agregó que un hijo de la pareja, de 20 años, se interpuso evitando que el hombre la disparara directamente contra ella.
Daniel S. (42) se llama el acusado. El hombre se encontraba en su vivienda ubicada en el kilómetro 1287 de la ruta nacional 14 cuando la Policía fue por él. Quiso meterse en un monte cercano cuando vio el patrullero. Tras atraparlo, los uniformados decomisaron una escopeta calibre 16, que se cree fue el arma utilizada en el hecho, la que estaba escondida entre malezas, a varios metros de la vivienda. También incautaron un rifle de aire comprimido.
A fines de enero, en San Pedro, César P. (41) acabó entre rejas por haber atacado con un machete a su ex mujer, de la misma edad. De acuerdo con lo que informó la Policía, le provocó lesiones de gravedad.
El 9 de febrero, en Oberá, sucedió otro caso dramático. Cristian Ariel H. (22), utilizando un arma blanca, amenazó a su ex pareja, a la madre de ésta y a sus hijos. El hecho fue caratulado como “amenazas de muerte y resistencia a la autoridad”.
Todo sucedió en el barrio 80 viviendas, minutos después de las 7. A esa hora, el Comando Radioeléctrico recibió un llamado telefónico en el que Elyane M. (18) solicitaba presencia policial porque su ex pareja se había hecho presente en la casa, armado y profiriendo amenazas a los ocupantes de la vivienda.
Al observar la presencia de los uniformados, el violento tomó inmediatamente a sus dos hijos, un varón y una nena de 3 y 2 años, respectivamente, e ingresó a la vivienda.
Cristian utilizó a los chicos de escudo, manifestando que nadie los tocaría, mientras empuñaba un cuchillo tipo carnicero.
Mediante un diálogo mantenido con Cristian, la Policía logró que liberara a los niños, pero seguía portando el cuchillo y profiriendo intimidaciones, hasta intentó agredir a los efectivos. En indeterminado momento también se autolesionó. Finalmente agentes de la seccional Tercera y el Comando Radioeléctrico lograron reducirlo y detenerlo.
A diferencia de los episodios anteriores, hay otros en los que la tensión es menor, pero es delgada la línea que separa a los incidentes de convertirse en un hecho más grave.
El domingo 24 de enero en Villa Bonita, pese a prohibición de acercamiento, un hombre ingresó a la casa de su ex concubina y provocó daños.
Fue en el barrio Evita. Héctor M. (34) entró en la residencia y presuntamente cortó el cable de energía eléctrica. Dos días después, lo apresaron.
El 29 de enero, en El Alcázar, a eso de las 22, una mujer de 28 años denunció por violencia a su esposo Jorge B. (39). Cuando fueron a arrestarlo, el hombre opuso resistencia y amenazó de muerte al personal policial con un arma blanca. Llegó a escapar, pero no fue lejos y lo capturaron.
VIOLENCIA 3
El 22 de enero, cayó preso en San Vicente Fernando S. (22) en el barrio Sol de Misiones de San Vicente, por violencia doméstica. Y el 9 del mismo mes, en Jardín América, Julio P. (28) fue arrestado por haber violado una restricción de acercamiento hacia su ex pareja de 26 años. De acuerdo con la denuncia de la mujer, el hombre la agredió física y verbalmente.
Cuando los casos de hostigamiento o acoso son reiterados, y más aún cuando ya ha mediado la violencia, la Justicia ordena a los acusados no acercarse a las víctimas. El grueso de las detenciones se da, precisamente, cuando el denunciado incumple la disposición judicial. Por lo general, los violentos están presos apenas unos días y vuelven a la calle. Salvo que cometan hechos que configuren delitos graves, como el de Jorge Oscar Gómez, que casi mata a machetazos a Angélica en Oberá.
En 2015, la línea 137, de emergencia y ayuda en casos de violencia familiar o de género en Misiones, recibió más de 15.000 llamados de auxilio y se concretaron más de 5.500 salidas de emergencia para ayudar a las víctimas.
El servicio ha entregado unos 300 botones antipánico a personas que sufrieron o sufren algún tipo de violencia familiar o de género.
Precisamente los botones antipánico han demostrado su eficacia en distintas ocasiones. La última fue esta semana, en Villa Cabello, cuando una mujer alertó por esa vía que su ex la perseguía y amenazaba por la calle.
La mujer, de 31 años, iba con su pequeña hija por López y Planes casi Eva Perón cuando notó que su ex la seguía de cerca. Lejos de quedarse con eso, el individuo comenzó a insultarla y a propinarle amenazas a una distancia que cada vez era menos estrecha.
Pero ella contaba con el botón antipánico debido a los antecedentes violentos que había sufrido con su pareja, por lo que debió accionarlo.
Rápidamente el sistema 911 tomó el pedido y derivó la tarea a una patrulla del Comando Oeste que llegó a escena y pudo detener al sospechoso, identificado como Leonardo S. (40).

 

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