La asociación civil Pynandi (primera escuela en Misiones con pedagogía Waldorf) organiza una jornada de educación y salud que comenzó hoy y finalizará mañana domingo, en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas. Hoy presentó a Mariana Mampaey, pionera en medicina antroposófica en la región Nordeste del país, quien habló del desarrollo neuronal en el niño, las enfermedades infantiles, botiquín básico de primeros auxilios y el papel de la “fiebre”.
La conferencia de la doctora Mampaey se desarrolló en el salón del Consejo Profesional de Ciencias Económicas, en el marco de una jornada educativa y de salud que comenzó a las 9:30 y continuó a la tarde, con actividades también mañana domingo.
La médica es de Ruiz de Montoya, se recibió en la Universidad Nacional de Rosario, especialista en medicina familiar y antroposófica, vive hace mucho tiempo en Misiones, desde 1994, y su desarrollo profesional siempre estuvo ligado a la medicina familiar y rural.
Se explayó en principio del desarrollo neurológico desde la concepción del niño hasta los 21 años en que son mayores de edad.
Al comenzar la exposición planteó su dilema, ”porque desde la medicina antroposófica pensamos que la vida viene antes de la muerte y se va después de la muerte, o sea el núcleo de la personalidad es inmortal y que el cuerpo es mortal, eso a veces va en contra de algunas religiones.
La reencarnación está sufriendo en estos momentos todo un cambio de paradigma, dijo, “cuando era chica en los años 60 el 15 ó el 20 por ciento de la población en general creía en la reencarnación, según estadísticas, ahora más o menos el 70 %”.
Comenzó hablando desde lo que es la concepción prenatal en una individualidad, hay dos partes en un individuo, dijo, “una parte viene del cielo, por darle un nombre, y otra que viene de la Tierra, la parte física corresponde a los padres, la parte del cielo o espiritual es la personalidad que se encarna o forma ese cuerpo, es la personalidad que elige de todos los genes del papá y la mamá la encarnación para hacer su camino”.
Cada individuo busca en esta encarnación lo que tiene que hacer, y en este encuentro entre lo que es lo espiritual que viene de afuera, o como se decía antes, “es o que trae la cigüeña, la cigüeña viene del cielo y trae el bebé pero de la panza sale el cuerpito y se encarna en el momento del nacimiento en una forma más fuerte, la individualidad empieza desde la concepción ese manojo de células que hacen el espermatozoide y el óvulo”, agregó.
La parte espiritual y física se va encarnando cada vez más y un individuo a los 21 años ya es mayor de edad y con todo su potencial comienza a ser autónomo, los bancos comienzan a dar créditos a personas de 21 años, antes no, ejemplificó la especialista.
«La individualidad que viene en forma espiritual es sana»
Al abordar el desarrollo neurológico, la experta dijo «lo que podemos hacer como padres es saber que en la concepción del niño una parte es de la genética y otra no, que merece respeto, no sabemos quién es la individualidad que entra, si es un chico discapacitado porque hubo problemas con un medicamento, que no se pudo armar bien las células, esa individualidad no deja de ser sana, o sea la individualidad que viene en forma espiritual siempre es sana».
«Dependemos de la genética»
La doctora Mampaey también explicó que «dependemos de la genética, de qué disposición nos dan los padres y también de la personalidad que quiera encarnarse, y también del medio ambiente».
En el 2009 se descubrió que cada gen tiene un hilito en cuya punta tiene como receptores de lo que es el medio ambiente y modifica la genética, eso se llama “epigenética”, indicó Mampaey.
Dra. Mampaey: «Dependemos de la genética».
El nombre del hijo influye
Puso como ejemplo los mbya guaraní, cuando los chicos tienen un año o año y media van al sacerdote y en un ritual de cuatro o cinco horas de baile y rezos, el sacerdote encuentra el nombre del chico, ese momento significa que se tiene una percepción de quién es ese chico, y el nombre que le dan se relaciona con la meta que tendrá en el futuro ese chico.
El nombre del hijo a través del sonido de las letras y las vocales influye cómo se va a expresar la genética del chico.
La doctora Mampaey explicó que en el intestino cada siete días tenemos células nuevas, pero en el sistema neurológico “tenemos las células con las cuales nacimos, más no vamos a tener, esas células neurológicas debemos cuidar y son el asiento del yo de la persona”, dijo.
Dra. Mariana Mampaey. La reencarnación. (Audios Misiones on Line)
Dra. Mariana Mampaey. El desarrollo neurológico del niño.
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