Era luchador de kick boxing y lo acuchillaron en una pelea callejera

La víctima, a quien llamaban “El Asesino de James Craik” por su palmarés – 18 victorias, dos empates y dos derrotas– había comenzado a entrenar hace dos años en la escuela Legión Marcial.

“Mirá cómo son las cosas, Gustavo era un pibe buenísimo, laburador. Su familia es muy trabajadora, su papá es empleado en una fábrica láctea y él era albañil. Le habían puesto ‘ El Asesino’, porque en cada pelea te mataba, dejaba todo para ganar y sólo perdió dos veces. Mirá cómo terminó ‘El Asesino’, asesinado”. Así, emocionado, su maestro Ariel Vigliocco recordó a su discípulo. “Te retiraste como un campeón”, lo despidió.

Pero no sólo el líder de la Legión Marcial está compungido. En James Craik, un pueblito cordobés de casi 6.000 habitantes, donde Rendil se había mudado con su familia hace más de una década, todavía no entienden qué pasó, publica el diario Clarín.

“Yo el lunes estaba trabajando, no estaba cuando lo atacaron a Gustavo; y el encargado de la fábrica donde trabajo me avisó que a mi hijo lo habían apuñalado”, dijo Oscar Rendil .

Según los testigos, el ataque ocurrió el pasado lunes 11 a la tarde, a pocos metros de la casa de la familia Rendil, en la esquina de 9 de Julio y Buenos Aires, en la zona norte de esta pequeña localidad ubicada a 116 kilómetros al sudeste de la ciudad de Córdoba y a 35 kilómetros al noroeste de Villa María.

Los vecinos declararon ante la Policía que la víctima llegaba a su casa cuando lo atacaron dos jóvenes, uno de ellos armado con un palo de madera y el otro con un cuchillo de cocina. “Uno le pegó de atrás con un palo en la cabeza y el otro lo apuñaló cuando se cayó al piso”, confió un investigador.

Se cree que los agresores le tenían celos al luchador, que era muy conocido en el pueblo, y que lo atacaron desde atrás, debido a que Rendil sabía defenderse y por su contextura física: medía casi 1,90 metros y pesaba 90 kilos.

Para la Policía de James Craik, el caso está prácticamente esclarecido: el ataque fue cometido por dos jóvenes, uno de 18 años y un cómplice menor de 17. El mayor, apodado “El Hormiga”, quien está detenido, acusado de “homicidio en riña”, fue quien apuñaló al luchador. El otro le pegó con el palo para anular su posibilidad de defensa.

La víctima tenía varios cortes en los brazos y antebrazos, ya que defenderse del ataque. Pero estaba muy dolorido y atontado por el golpe. El asesino, con Rendil ya sin fuerzas, además de cortarlo, le asestó varias puñaladas en la zona abdominal, que le perforaron los intestinos.

“Cuando yo llegué, mi esposa estaba con mi hijo en el hospital de James Craik. Me subí a la ambulancia y juntos nos vinimos a la clínica de Villa María, mientras mi mujer fue a la comisaría a hacer la denuncia y no se la quisieron tomar”, denunció Oscar Rendil.

Durante su agonía, “El Asesino” fue sometido a tres intervenciones quirúrgicas. Y en cada operación sufrió paros cardiorrespiratorios, de los que salió por la pericia de los médicos.

El sábado a la tarde, su cuerpo no resistió y se descompensó: quedó con muerte cerebral. Y esa misma medianoche, el corazón del campeón de 18 peleas en la provincia de Córdoba y otras provincias del interior no aguantó más y se detuvo para siempre. En el velorio y el sepelio, celebrado el domingo a la tarde, los vecinos del pueblo seguían sin entender qué había sucedido.

En su cuenta de Facebook, uno de sus amigos promocionaba su próximo combate: “Tremendo choque de kickboxers profesionales hasta 85 kilos. ‘El Mudo’ Leonardo Ruarte, de Cruz del Eje, enfrenta a ‘El Asesino’ Gustavo Rendil, de James Craik, por el título y cinturón de campeón pro desafío en la jaula Tanti ‘Sierras Chicas’, 23 de enero, 21:30 hs”.

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