El jugador misionero que le dijo que «no» a la Primera para jugar en tercera división con Guaraní

Hoy arrancaron los entrenamientos de Guaraní A. Franco con una presencia hasta hace unas horas inesperada. Se trata de Enzo Bruno, el habilidoso mediapunta oriundo de San Ignacio que tenía todo arreglado para jugar en Primera División con San Martín de San Juan en la próxima temporada.

Bruno llegó a comienzos de la semana a San Juan y el martes entrenó con sus nuevos compañeros. Pero al final no firmó su vínculo y regresó rápidamente a Posadas para aceptar la oferta de Guaraní, resignar dinero y sobre todo, decirle «no» a la Primera División para venir a jugar en la tercera categoría con la Franja. Esta mañana entrenó junto al plantel y se lo vio muy sereno y seguro de la decisión que tomó.

Si bien argumentó que hubo algunos puntos del acuerdo con el Santo que no se plasmaron en el contrato y que motivaron su salida de Cuyo, en sus explicaciones dejó en claro que su corazón le dictaba quedarse en Misiones y en Guaraní.

«Es algo muy raro lo que me pasó, pero estoy muy contento de estar acá, yo necesito devolverle algo a Guaraní de lo que me había dado estos meses que estuve lesionado, Guaraní es donde tendría que estar. Hubo problemas con el contrato pero después también algo personal, también mío. Lo de ir para allá era algo fubolístico nada más, pero ya tomé la decisión, estoy contento y mentalizado acá», dijo el mediapunta, sin ningún tono de reproche hacia la dirigencia del Santo sanjuanino y con mucha satisfacción por el lugar que eligió para jugar en la temporada 2016.

-¿Cómo fue el momento en que te decidiste a volver?

-Le había dicho a Roberto que tenía todo arreglado con él y justo me salió la oportunidad de jugar en Primera. Pero después cuando lo llamé desde allá y le dije si todavía quería contar conmigo, me dijo que si y volví.

-¿Con quÉ expectativas?

-La ilusión es pelear el campeonato hasta lo último y pelear por el ascenso. Yo estoy en deuda con el presidente, de los ocho o nueve meses que estuve lesionado siempre me cumplió, no me faltó nada, quiero demostrar lo que puedo dar.

-¿Influyó la buena reaparición que tuviste al final del campeonato pasado? Casi lo salvan a Guaraní… 

-Si, la verdad que sí, fue algo lindo. Jugué muy pocos partidos, la idea es jugar más partidos y que sea de la mejor manera, dijo Bruno en la puerta del vestuario, al finalizar el primer entrenamiento con Guaraní.

No es una decisión fácil la que tomó, pero al mismo tiempo, se hizo muy simple porque su corazón le decía que tenía que seguir en Villa Sarita. Bruno tiene 27 años y es uno de los jugadores con mayor jerarquía del plantel, el que tiene verdaderamente «pedigree» de Primera, incluso por encima de Barinaga. Prueba de ello es que consiguió una oferta de un club de Primera viniendo de un Guarani que anduvo en los últimos dos torneos en el fondo de la tabla, se terminó yendo al descenso. Y sobre todo, con el jugador nueve meses fuera de la cancha por una lesión de ligamentos cruzados.

Surgió en Independiente donde se hizo un lugar viniendo desde las inferiores hace diez años. Debutó con 18 años y jugó un par de temporadas (jugó 20 partidos) para emigrar a préstamo a San Martin de Tucumán y luego regresar en 2009 al Rojo de Avellaneda. Luego tuvo un paso por Colombia (Real Cartagena) y el futbol rumano, para recalar en su provincia. Primero en Guaraní, en la temporada 2011-2012, luego en Crucero del Norte y una temporada más tarde en Villa Sarita nuevamente. «Estoy donde tengo que estar», repitió hoy varias veces.

MB

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