En 24 horas se pasó de la alegría a la desazón. El jueves se conoció que había aparecido Clara Anahí, la nieta de María Isabel Chicha Chorobik de Mariani, fundadora y ex presidente de Abuelas de Plaza de Mayo.
Pero este viernes los abogados de Mariani informaron que el lhallazgo era falso y que la joven que se presentó en la casa de La Plata de Mariani no era la nieta 120, buscada hace 39 años.
Con este panorama, ¿cuáles son las dudas que surgen a la hora de explicar lo ocurrido? La primera pregunta es saber si la joven era una impostora o sí realmente estaba convencida de que era Clara Anahí Mariani Teruggi.
La chica le llevó a Chicha Mariani los resultados de un estudio genético realizado en un laboratorio privado de Córdoba, el Centro Integral de Genética Aplicada (CIGA), que avalaba su versión de que era la nieta. Sin embargo, ocultó otro análisis, realizado en junio por el Banco Nacional de Datos Genéticos, y que había arrojado resultados negativos.
En segundo lugar, cabe interrogarse si era real el estudio hecho en el CIGA y en caso de ser así, si el laboratorio forense cordobés, especializado en análisis de ADN para identificar personas, concluyó que el resultado era positivo. La institución creada por ley para determinar la identidad de las personas en casos vinculados al terrorismo de Estado es el citado Banco Nacional de Datos Genéticos. Este hizo dos estudios, el de junio y otro este viernes, y ambos dieron negativo.
La tercera pregunta que se desprende de lo ocurrido es ¿quién y por qué comunicó que había aparecido Clara Anahí? Lo hicieron la fundación Anahí, ligada a Chicha Mariani, y la propia dirigente en su perfil de Facebook.
El comunicado de la Fundación Anahí aseguraba que la aparición de Clara Anahí era «uno de los mayores logros de la sociedad argentina en el camino de la restitución de los nietos desaparecidos bajo la dictadura militar». ¿Hubo apresuramiento? Hoy habrá una conferencia de prensa de Chicha Mariani y sus abogados y tal vez haya respuestas a estos interrogantes.
