El último adiós a Ignacio, entre el dolor y el malestar con la Gendarmería

Los familiares y amigos de Ignacio Giménez (21) despidieron al joven gendarme fallecido en el trágico accidente ocurrido el lunes en Salta, que le costó la vida a 43 uniformados de esa fuerza federal. El sepelio fue en el cementerio La Piedad de Posadas, ciudad de la que era oriundo el muchacho.
Los allegados no pudieron velarlo mucho tiempo por el estado del cuerpo y el martes solo tuvieron unas horas para darle el último adiós. No había palabra que consolara semejante sufrimiento. Recordaron desde su entorno que hace poco más de dos años la ilusión de ser un hombre y tener una profesión llevaron al muchacho a ingresar a Gendarmería. Hoy eso quedó trunco y con una pérdida irreparable.
El malestar con la fuerza de seguridad sigue latente. A tal punto que los familiares del joven aseguraron que ni siquiera fueron al entierro los altos jefes de Posadas y Misiones.
Ignacio dejó cuatro hermanas, sus padres y muchos familiares que lo querían. Ayer se vio reflejado el cariño que le tenían.
Decenas de cercanos acompañaron su arribo al cementerio en medio de un intenso calor. Después de la ceremonia protocolar, había que dejarlo allí y eso fue un momento muy duro.
Uno de sus cuñados, Matías Espinoza, contó que el joven estaba a punto de viajar a Posadas de vacaciones. Pero el destino hizo que subiera a uno de los micros que tenía esa comisión en Jujuy. Ese fue su último viaje.
También se especula desde su entorno que el accidente se produjo por un desperfecto en el micro, no descartan que por falta de mantenimiento.
Espínoza contó detalles escalofriantes. Que el cuerpo llegó a Posadas alrededor de las 19 del martes y estaba irreconocible.
La indignación pasa también por el trato recibido a los familiares. Según ellos, los jefes de la GN tardaron más de 12 horas en dar la lista de los que viajaban en aquel micro.
“Estamos indignados, cómo pudieron trasladarlo con un móvil común y no en avión como prometieron. Por eso no pudimos velarlo mucho”, dijo el cuñado.
A quien apuntaron es a un alto jefe regional de la institución, que se acercó varias horas después que ellos ya conocían la triste noticia.
Martín Giménez, padre del muchacho, solo atinó a decir que la fuerza de seguridad nacional se llevó a Ignacio entero y sano y lo regresó en partes.
Espínoza dijo que la familia está destrozada. El padre tuvo una descompensación, pero quiso que su único hijo varón sea despedido en su casa del barrio Motem.
“Nosotros llamábamos y no nos decían nada. Tuvimos que averiguar por nuestros propios medios que él estaba en uno de esos colectivos. Encima ya se venía para Posadas y una noche antes estaba contento por salir de vacaciones”, agregó.
Otra situación que plantearon los familiares es que desde la fuerza nunca mostraron consideración. Que los micros estaban en mal estado por falta de mantenimiento y que hay versiones que ellos escucharon de un posible atentado,

MAG EP

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