El hecho ocurrió en 2010 sobre ruta 40, a la altura de Tunuyán, Mendoza. Un estadounidense fue el protagonista y deberá responder la empresa que le alquiló el vehículo.
El trágico hecho ocurrió el 9 de febrero de 2010, cerca de las 15, cuando Juan Carlos Mendoza (54) conducía una camioneta Renault Express en compañía de sus dos hijas, Érica Roxana (34) e Irene Rosario (39), y sus cuatro nietos de entre 5 y 11 años –se reserva sus identidades por ser menores de edad-.
El vehículo transitaba por ruta 40 en dirección al norte entre dos camiones marca Scania. En la misma vía pero hacia el sur circulaba un Chevrolet Corsa alquilado a una empresa, que era manejando por el estadounidense con domicilio en San Rafael Roger Stokes Sayles (64), acompañando por otra pareja de norteamericanos y su hija de 15 años.
Según reconstruyó el expediente, este último rodado se abrió hacia su izquierda e invadió el carril contrario, impactando con la rueda trasera del primero de los camiones que intentó esquivarlo. Luego chocó con la camioneta de Mendoza y posteriormente se sumó al siniestro el segundo Scania.
El conductor de la camioneta utilitaria, sus dos hijas, uno de sus nietos de 10 años y John Raggmaf (60) fallecieron tras las graves heridas que recibieron por el cinematográfico accidente vial. Si bien el resto de los protagonistas, en especial los otros nietos de Mendoza, estuvieron varios días internados, lograron sobrevivir al hecho. Uno de los niños perdió un ojo, una oreja y su rostro quedó lleno de cicatrices.
En el fuero penal, el conductor del Corsa aceptó su responsabilidad en los hechos y fue encontrado culpable por quíntuple homicidio culposo agravado en concurso real con lesiones culposas graves a dos víctimas.
Los familiares de la familia Mendoza –otros hijos del conductor-iniciaron una demanda contra la aseguradora y la empresa titular del Chevrolet Corsa reclamando 1.450.000 pesos en concepto de daño moral, pérdida de chance e indemnización de lo necesario para la subsistencia. Esto generó tres expedientes que se acumularon en el Juzgado Civil 14.
Desde la aseguradora contestaron que no deben responder por los hechos ya que descubrieron que Stokes se encontraba bajo los efectos de una droga alucinógena. El Cuerpo Médico Forense (CMF) le realizó un análisis de orina al norteamericano y arrojó resultado positivo en marihuana. El perito no dudo en afirmar que “existe un riesgo aumentado de accidentes vehiculares en aquellas personas que conducen intoxicadas o bajo los efectos de la marihuana”.
La jueza Cecilia landaburu considero que se trató de “un hecho tristísimo y por demás trágico, que cambió para siempre la vida de todos los actores, tanto la de aquellos que perdieron a sus seres queridos de una manera repentina e inesperada, como la de los que sufrieron lesiones en su persona, que dejaron secuelas gravísimas e imborrables”.
Es por esto que aceptó la excepción de garantía de la aseguradora y condenó a la empresa dueña de los alquileres de auto a pagar una suma de 2.330.000 pesos a los familiares y sobrevivientes del impactante siniestro.
