En medio de una batahola se aprobó la Emergencia Económica para Bariloche

Los empleados municipales presenciaron entre gritos y abucheos el tratamiento de la ordenanza. Tuvo el rechazo del FpV. Hubo rotura de vasos y jarras de la mesa y una concejal fue herida.

 

Bariloche entra en emergencia económica y administrativa por seis meses. La iniciativa que promovió el intendente Gustavo Gennuso fue aprobada por mayoría con el voto del oficialismo acompañado por el Pro y con la disidencia del FpV, en una tensa sesión ante la presión del sindicato de empleados municipales que culminó con la agresión física a una concejal.

 

La sesión comenzó con tensión y se acrecentaron las quejas y los gritos cuando el presidente del bloque oficialista Andrés Martínez Infante comenzó a defender y explicar la medida ideada por Gennuso. Se vivieron momentos complejos entre gritos, abucheos y acusaciones de los agentes municipales que se instalaron dentro de la sala de sesiones sin mediar espacio entre los ediles y los manifestantes.

 

La sesión concluyó minutos antes de las 13 con la concejal Cristina Painefil (Juntos) agredida físicamente, la rotura de vasos y jarras que se encontraban sobre la mesa de la sesión. Ingresaron algunos agentes policiales al terminar el debate.

 

Los concejales fueron varias veces interrumpidos por gritos de los municipales, algunos de ellos exaltados, quienes reprocharon ser «la política de ajuste» del nuevo gobierno. «Hemos estado en peores situaciones acá, ustedes se tienen que poner de acuerdo con los trabajadores porque no sacan adelante la municipalidad con cuatro papelitos, nosotros somos los primeros interesados que la municipalidad funcione», dijo uno de los agentes municipales dentro de la sala de sesiones.

 

Otro empleado recordó que en 1999 se declaró una emergencia y el gobierno de entonces «terminó con máquinas y camiones en el Centro Cívico». Agregó otro agente que los municipales «hemos dado el ejemplo que cuando la municipalidad ha estado fundida nos pusimos la municipalidad al hombro».

 

La mayor exaltación de los empleados que ingresaron al Concejo, mientras una gran concentración esperaba afuera, ocurrió cuando un agente policial ingresó a la sala pero de inmediato se retiró y calmó la situación.

 

El proyecto centraliza la compra de todas las áreas en el Departamento de Suministros, suspende la utilización de cajas chicas y abre un proceso de «verificación de créditos y deudas», de modo que todos los acreedores serán emplazados para presentar los «títulos» de sus pretensiones de pago, con el correspondiente aval del funcionario actuante. De otro modo no serán reconocidos.

 

También prevé la renegociación de todas las concesiones, cánones y contratos con terceros y faculta al intendente para disponer «reubicaciones de personal, traslados, cambios de dependencia o tareas, modificación de horarios y toda otra medida que juzgue conveniente para la mejor, eficaz y eficiente prestación de los servicios públicos».

 

Martínez Infante justificó que con la emergencia «el intendente se autoimpone un trabajo con austeridad» y remarcó que tendrá un seguimiento con informes periódicos. También el presidente del cuerpo Diego Benítez y la concejal Claudia Contreras hicieron una férrea defensa del proyecto y cuestionaron la situación financiera heredada.

 

Desde el FpV, Daniel Natapof, cuestionó la emergencia y esgrimió una defensa de la gestión anterior, al tiempo que se preguntó el rol del secretario de Hacienda Ariel Gomis.

 

La sesión se extendió por casi 4 horas con una fuerte discusión. Aprobaron la medida los siete concejales de Juntos Somos Bariloche y el edil del Pro, Daniel González. En contra votaron los concejales del FpV Natapof, Ramón Chiocconi y Ana Marks.

 

Diario Río Negro.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas