Los secretos del cambio de look de River para el Mundial de Clubes

El plantel millonario mostró su lado más formal en Japón; al Muñeco no le gustaba que sus dirigidos viajaran de jogging por el mundo.

«Gallardo es coqueto, le gusta vestirse bien. Nos dijo que es algo que adquirió en su época de futbolista en Mónaco. Cuando lo fuimos a medir para hacerle el traje, estaba gordito. ‘Les prometo que cuando me lo tengan listo bajo dos kilos’, nos dijo. Por suerte, le entró, cumplió.

Estaba ansioso, nervioso, nos contó». La anécdota es de Emilio Abal, uno de los dueños de Giorgio Radaelli, la tienda de modas que viste al plantel de River  en Japón y que lo hará por los próximos dos años, por pedido de Gallardo, cada vez que viaje. El DTquería cambiar la imagen y que su plantel dejara de ir por el mundo de jogging.

Todo empezó luego de la Suruga Bank, el primer viaje a tierras niponas del plantel millonario este año. «Los vimos por la tele llegar vestidos con equipos de gimnasia y decidimos llevarle una propuesta al club. Justo coincidió con el deseo de Gallardo para que su plantel luciera mejor», cuenta Emilio, de 30 años, cuya firma también viste a Racing en los viajes y lo hizo con Vélez.

Un amigo en común con Pipa Gancedo los puso en contacto con Adrián Varela, relaciones públicas de River, y empezó el fashion emergency para los millonarios.

A fines de septiembre, el Muñeco recibió en el Monumental a Emilio y a su padre Ricardo (56), el impulsor de la empresa familiar. Siempre en todos los detalles, el DT se involucró en la confección de la vestimenta. «Gallardo quería innovar. Nada de traje negro y camisa blanca.

Pretendía que se notara que su equipo es distinto. Le llevamos como diez modelos de camisas, trajes y le gustó lo que hacíamos. Nos conectamos. Todo lo definimos con él. Fue distinto en Racing o Vélez, en donde los detalles los arreglamos con Diego Milito y con Seba Domínguez y Cubero», recuerda Emilio. Entonces, se pusieron manos a la obra para vestir a la delegación de 56 personas que viajó a Japón con telas italianas y confección argentina.

Un día fueron a medir a todo el plantel de River. «Hubo muy buena onda. Se nota también que son coquetos y saben vestirse, principalmente los jugadores más experimentados que jugaron en Europa como Lucho González, Saviola o Ponzio. Nos costó un poco medir a Alario, porque estaba con el problema en el hombro y no dábamos con su talle», acota Abal.

El resultado se vio hace pocos días cuando le dieron al plantel los modelos para el Mundial de Clubes: traje negro con ojales rojos, tres camisas (una blanca con botones rojos, otra blanca con lunares rojos y una negra con detalles en rojo), dos corbatas (una roja y otra roja y blanca), medias rojas, zapatos negros, dos pañuelos y un cinturón negro con rojo. Un combo que cuesta entre 18 y 20 mil pesos por persona.

«Con lo que invertimos, nos comprábamos un auto de alta gama», dice Emilio, quien detalla que el acuerdo con el club de Núñez es por canje.

El plantel subió vestido de gala al avión el domingo, pero con una funda especial para sacarse los trajes durante el vuelo y volver a ponérselos para bajar. «Si no, después de más de 30 horas de viaje, llegan hechos un acordeón», se preocupa Emilio, el hincha de Racing que nunca pensó gritar goles de otros equipos, pero para el Mundial de Clubes hará una excepción. River se pone sus mejores ropas para un torneo que no se juega todos los días.

 

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