Anoche en el Club de Río en San Ignacio el músico desbordó de canciones e histrionismo en su presentación en la costa del Paraná. Cerrando una noche genial con mas de un millar de personas bailando y cantando a la luz de las estrellas.
Con un clima mágico ideal para gozar del aire libre, el Club de Río desborda de energía, deportes extremos y una cartelera musical planeada para los oídos más exigentes. Esta noche Raiz, Paraná Tornado y Anahí matizarán una jornada dedicada a las finales de la Copa Argentina de Wakeboard. Cierra la DJ Virgina de Cunha y su electrónica de vanguardia.
Cuerpos expuestos al sol. Bíceps y pectorales, glúteos y abdominales. Todo brilla bajo el sol de San Ignacio, mientras rostros distendidos y música ligera se encargan de darle a ese entorno naturalmente de ensueño, una carga de energía positiva a prueba de preocupaciones. Así, la fecha de apertura del Campeonato Argentino de Wakeboard entra en su día de definiciones con decenas de riders dispuestos a brindar sus mejores trucos para impresionar al jurado. Mientras, desde la playa, los daikiris le pelean el protagonismo al tereré y los jinetes de las BMX desafían la gravedad arrojándose hacia el vacío mediante una rampa que mira rauda hacia la orilla de enfrente.
La mejor forma de cerrar un sábado de sol es a la luz de las estrellas con la fresca brisa del Paraná empujando la música funk que los Funky Torinos derramaron para sembrar su semilla como había adelantado Willy Crook
Subió al escenario pasadas las 22 horas y la cosa exploto. Se demoro su subida al escenario porque su viola quiso navegar en el Paraná. Crook casi perdió su mimada por estar muy cerca del río. Dejo su viola aun costado y la misma quiso navegar en las mágicas aguas, pero por suerte se dieron cuenta rápido y la rescataron, como aún estaba en el estuche no se mojó y el artista subió al escenario con ella.
“Estoy contento de estar en misiones. La tierra más canchera que hay” dijo apenas subido al escenario. Comentó con tranquilidad “puedo decir que mi guitarra quiso navegar un poco” sobre la rara experiencia que le tocó antes de subir a las tablas.
Presentó a sus músicos, y luego se dedicó a “sonar como corresponde” en un trabajo conjunto con los sonidistas, se llevó su tiempo para que todo suene como él quería que suene, siempre mostrando su impronta de que “la música que hacemos es la que queremos escuchar y debe sonar perfecto. Porque no hicimos tantos kilómetros para sonar como cualquier cosa” dijo Crook explicando al auditorio porque su demora y parates en medio de la canción “porque estoy en todo ven” dijo.
Cuando todo sonaba como él quería se mando un set bien poderoso para el deleite de los asistentes que bailaban al son de Crook que oficiaba de maestro de ceremonias. En un momento pidió a los asistentes “a ver los que me ayudan, yo traje un saxofón, por ahí debe andar ese instrumento que en algún tiempo fui usando. Quiero ver si me lo buscan por favor” anticipando que iba a intercambiar la viola por ese otro instrumento que le abrió la puerta a bandas emblemáticas del rock argentino.
Con varios combates en su haber, Willy Crook es la clara muestra de que el soul y el funk, cuando se viven en frecuencia rock, a veces hacen BANG. Viejo zorrro, si los hay, regaña al sonidista, conquista a la gente y derrama sensualidad por igual. Con una banda joven y claramente salida del universo de jazz, Crook destila sus viejos hits mientras las caderas se menean al compás. Todo encaja cuando se escuchan al viejo Torino bramar. Su música, con una finura y sutileza a prueba de los oídos más exigentes, ni siquiera parece esforzarlo, salvo cuando desafía al bajero para que eleve la apuesta y regale unas líneas de super candy bass.
La jornada de wakeboard fue completa, desde la mañana los riders comenzaron las competencias, acompañados por más de dos mil personas desde la costa, sea en la playa o en el parque. Las demos de bmx y la expo nautica fue un éxito durante todo el domingo.
Al atardecer se largó la música, desde las 19,30 con el río como telón de fondo comenzó la música. Ronda comenzó la fiesta invitando a todos a dejar las sillas y acercarse al escenario. Como ya es tradición, Ronda, esta vez escoltada por los Menchuks, se encargó de que la caída del sol a los pies del Teyú Cuaré se disfrace de bossa alternativa, mientras su música en clave de slow ska logra que las ojotas cobren vida y se pongan a danzar.
A las 21 horas fue el turno de Yarara Funk, hablando de baile, imposible evitarlo cuando te pica Yarará Funk. El soul será muy americano, pero nadie extraña a James Brown si una buena dosis de Ed Motta se apodera del mic. Yarará suena crudo, suena auténtico y suena visceral con Julián Texeira en la voz, Fernando Quintana en la guitarra, Marcelo “el abuelo” Pérez en los teclados y varios instrumentos más, Fernando Solís en la batería y Diego Vergara en el bajo. Ellos fueron serpenteando por los sonidos del funk, el reggae y los ritmos latinos para ambientar la noche, haciendo que todo los presentes se congreguen frente al escenario, anticipando la llegada de los Funky Torinos.
Luego del genial set de Willy Crook y sus músicos llego el cierre de la noche con la electrofiesta a cargo de Fer Cardozo. Hoy domingo la fiesta sigue con las finales de la competencia durante el día, la entrega de premios al atardecer y el cierre a pura música con Esta noche Raiz, Paraná Tornado y Anahí.
MCE 3
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