El premier David Cameron alabó el «muro» metálico recién levantado por Bulgaria en su frontera con Turquía para contener la ola de refugiados. El primer ministro Boyko Borissov quiso dar a su homólogo británico «una lección de geografía» y se lo llevó hasta Losovo, después del encuentro mantenido en Sofía entre ambos para hablar de la reforma de la Unión Europea.
La valla metálica se extiende a lo largo de 33 kilómetros y pronto superará los 120, más de la mitad de la extensión compartida en la frontera entre Turquía y Bulgaria, que ha desplegado además mil policías para blindar su territorio.
«El Reino Unido ha mantenido y siempre mantendrá sus fronteras», dijo Cameron mientras le tomaba la medida al «muro». «Nosotros no estamos en el espacio Schengen, pero es importante que Europa proteja sus fronteras exteriores y aquí tenemos un primer ministro comprometido con esa misión». «Bulgaria tiene fronteras por mar y por agua que necesita proteger», añadió Cameron. «Y lo que han hecho es una lección real de lo que se puede conseguir cuando se da prioridad a este asunto. Por eso seguirán contando con nuestro total apoyo».
Las autoridades búlgaras han recibido sin embargo fuertes críticas de organizaciones como Oxfam, que han cuestionado el uso excesivo de la fuerza de la policía local, tras el caso de la muerte de un inmigrante afgano aparentemente por el impacto de una bala de fogueo. «Queremos que la gente sepa que nuestra frontera con Turquía es mayor que la que tiene Grecia», dijo Borissov como colofón a su «lección de geografía» a David Cameron.
El Mundo.
