La Corte Suprema dejó firme por primera vez una condena a reclusión perpetua por «femicidio»

El Máximo Tribunal desestimó por «cuestiones formales» el planteo efectuado por la defensa del hombre que mató y descuartizó a su pareja en marzo de 2013 en Catamarca.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme por primera vez una condena a reclusión perpetua por «femicidio», impuesta a un hombre que mató y descuartizó a su pareja en marzo de 2013 en Catamarca, informaron hoy fuentes judiciales.
Con la firma del presidente del tribunal, Ricardo Lorenzetti, y la de los ministros Elena Highton de Nolasco y Carlos Fayt, se desestimó por «cuestiones formales» el planteo efectuado por la defensa de Francisco Adrián Quiroga (54), quien cumple la pena máxima por el crimen de Marí­a Rita Valdéz (23).
El recurso de queja había llegado a la Corte nacional tras una presentación efectuada por el abogado del imputado, Víctor García, luego de que el planteo fuera rechazado por la Corte de Justicia de Catamarca.
El homicida, conocido como «Negro La Carpa» y con antecedentes por otros delitos, fue declarado «reincidente» y condenado en junio de 2014 por la Cámara en lo Criminal de Primera Nominación de Catamarca.
Los jueces Fernando Esteban, Fabricio Gershani y Rodrigo Morabito lo hallaron responsable de «homicidio agravado por femicidio», en una de las primeras condenas dictadas en el país con la inclusión de ese agravante.
La figura se incorporó al Código Penal en diciembre de 2012 a través de una reforma del artículo 80, que en su inciso 11 prevé prisión o reclusión perpetua cuando un hombre mate a una mujer y mediare violencia de género.
También se incorporó lo que se conoce como «femicidio vinculado», que es matar «con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o ha mantenido una relación», como -por ejemplo- asesinar a sus hijos u otros familiares.
De acuerdo a la investigación, Quiroga mató a su pareja, a quien obligaba a ejercer la prostitución, tras lo cual descuartizó su cuerpo y arrojó las partes en las aguas del dique El Jumeal, en la capital catamarqueña.
El 5 de marzo de 2013, se encontró la cabeza y extremidades flotando en las aguas del dique, pero, como el tórax aún no fue hallado, los investigadores no pudieron determinar en forma fehaciente la causa de muerte de la joven y sólo se constató que tení­a golpes en el cráneo, y una puñalada debajo del mentón.
Los jueces resolvieron «por la investigación policial, judicial y los testimonios de varias personas», entre ellas la madre de la víctima y las denuncias de su pareja por malos tratos, que se acreditaba la culpabilidad de Quiroga.
De acuerdo a las evidencias, el crimen se habrí­a cometido tras una discusión entre los integrantes de la pareja, por la negativa a entregar dinero producto de la explotación sexual que Quiroga ejercí­a sobre Valdez, madre de dos hijos, uno del imputado.
Durante los alegatos del juicio, los fiscales Jorge Silva Molina y Miguel Mauvecí­n solicitaron la pena de prisión perpetua, mientras que el defensor de Quiroga pidió su absolución por falta de pruebas y que se busquen otros responsables.
Silva Molina destacó la enorme cantidad de evidencias de la violencia psicológica y fí­sica que el acusado ejercí­a sobre la ví­ctima, sumada a los testimonios escuchados durante el debate, que daban cuenta de la dominación y persecución que ejercí­a diariamente.
Además, dejó sentando que Quiroga quiso desvincularse del hecho, mintiendo acerca de que la joven habí­a sido llevada a otra provincia luego del asesinato.
Por su parte, Mauvecí­n se centró en las pruebas que sindicaban a Quiroga como el último que la vio con vida el 2 de marzo del año pasado.
«No hay sospechas de que Marí­a haya estado con alguien más que con él y menos de que alguien más que él haya tenido malas intenciones con ella», alegó.
Asimismo, mencionó que se lo vio en cercaní­as de donde fue hallado el cuerpo de la joven, pese a que él habrí­a afirmado «mendazmente» que hací­a varios años que no andaba por la zona y que todos los que dijeron haberlo visto mentí­an.
También mencionó las cinco denuncias que Marí­a Rita radicó contra Quiroga, los rasgos machistas que mostró el acusado y consideró que el móvil del femicidio fueron los celos que mostró al ver que Marí­a Rita tení­a una nueva pareja.

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