Un día después del fuerte temporal que se abatió sobre Posadas, los habitantes de varios barrios periféricos siguen conmocionados por las pérdidas de bienes y propiedades a causa de los desbordes de varios arroyos y taponamiento de bocas de desagües.
Más de 200 familias fueron afectadas por el temporal en Posadas. Así lo informó el director de Defensa Civil, Julio Veselka Corrales. Añadió que la ayuda consiste en estas horas en entregar colchones y frazadas y que no hubo evacuados. En Garupá algunas familias decidieron dejar por algunas horas sus viviendas pero ya retornaron. No se reportaron daños en el interior de la provincia.
En una recorrida realizada por Misiones Online se pudo comprobar que muchas calles y avenidas importantes fueron afectadas por gran cantidad de agua caída y que sobrepasaron la capacidad de escurrimiento de banquinas, cordones cuneta y los caudales del los propios arroyos.
Muchos de estos inconvenientes se debieron a obras en plena ejecución que por la acumulación de materiales y escombros provocaron anegamientos como por ejemplo la ruta 12 o avenida Quaranta, frente a la futura estación de transferencia del servicio de transporte urbano de pasajeros. El agua acumulada en las calles colectoras y sobre la ruta hicieron que tremendo caudal de agua se encajonara entre cordones hasta el frente de la propia terminal de ómnibus, mientras los negocios ubicados en la pendiente al costado de la ruta recibieron la enchorrada hasta dentro de sus comercios, según contaron los afectados.
En otro sector de la ciudad trabajaban sin pausa desde el sábado los operarios de un camión desobstructor de la empresa Samsa, ya que los caños maestros subterráneos acumularon mucha basura.
“Uno de los problemas es que muchos desagües domiciliarios fueron conectados directamente a la red cloacal lo cual no debería hacerse de esa manera, y esto también provoca los taponamientos” explicó uno de los obreros.
En la chacra 65 los afectados sintieron el rigor del desborde del arroyo Itá. “Creció muy rápido” ,coincidieron los vecinos mientras que Julio Fernández, presidente de la comisión vecinal agregó: “Vivimos un verdadera desesperanza, angustia y tristeza a pesar de que sabemos que es la naturaleza la que azota pero también es el hecho de buscar una respuesta de alguien que nos contenga en esta situación pero nadie aparece”.
“Lo único que nos queda es cuidarnos entre los propios vecinos y que no le pase nada a nuestros hijos, hermanos o conocido”, manifestó.
Otro habitante recordó entonces cuando unos años atrás a un vecino anciano y otro hombre fueron arrastrados por la corriente y ambos fallecieron. Fernández agregó que “nuestros funcionarios no se acercan y aunque es un problema histórico nadie viene a hablar con los afectados, no tenemos contención”, insistió.
Este vecino como la mayoría de los habitantes de la chacra 65 ubicada entre las avenidas Santa Catalina, Alem, Tomás Guido y Centenario, pertenece a varias generaciones que nacieron y crecieron en esas propiedades.
“Antes teníamos un arroyo que lo podíamos cruzar de un solo salto sin embargo hoy se ensanchó tanto que se vuelve peligroso meterse al cauce. Vemos como rápidamente el agua se desborda y con tal fuerza que se están perdiendo terrenos y partes de casas porque la crecidas socavan todo”, contó el presidente de la comisión barrial.
Muy distinto fue el panorama en los alrededores del arroyo Vicario aunque solo en un sector. Dicho cauce está siendo saneado y entubado desde la avenida Francisco de Haro hacia su confluencia con el río Paraná.
Los vecinos ubicados en las márgenes sobre calle Mariano Moreno, desde Francisco de Haro hasta avenida Uruguay estaban conformes con los trabajos que se están haciendo y “cuando antes apenas relampagueaba salíamos corriendo, ayer solo mirábamos como el fuerte caudal del arroyo se iba para abajo”, dijo un vecino señalando el puente sobre la avenida Uruguay.
A partir del cruce de la citada avenida con el Vicario la realidad de los vecinos de ambas veras empieza a transformarse. Por distintos motivos y con obras inconclusas en el camino del agua ya cerca de la avenida López Torres y hasta la propia costanera el arroyo ya no fluye con la misma continuidad que “más arriba” y ese fue otro de los puntos de afectación de las pasadas tormentas.
Protesta
Vecinos del barrio Las Rosas, ubicados entre las avenidas San Martín, Andresito, La Heras e Ituzaingó, realizan una protesta tras la fuerte tormenta que se desató sobre Posadas. La medida incluye el corte de varias avenidas, principalmente la San Martín donde decidieron acampar esperando una respuesta a la pérdida de sus bienes a raíz de las inundaciones de sus casas.
En este sector de la ciudad, ubicado detrás del predio conocido como El Acuerdo son casi 60 familias que reclaman esta solución, mientras que casi un centenar fueron afectados por el temporal.
