Buscan a un segundo fugitivo tras los ataques en Francia

Buscan a un segundo fugitivo tras los ataques en Francia. El nuevo sospechoso que concentra la atención de la policía sería el tercer pasajero que viajaba en un auto usado por uno de los tres grupos de atacantes, el que atentó contra tres restaurantes y dos bares del centro de París, según mostró un video en posesión de la policía, informó la cadena France 24.
Los otros dos atacantes que la noche de la masacre iban en ese coche, descubierto el sábado en las afueras de la capital, en Montreuil, eran los hermanos franceses Ibrahim Abdeslam, que se inmoló en uno de los bares, y Salah Abdeslam, descripto por la policía francesa como «directamente vinculado» a los ataques.
Hasta ahora, se creía que en el auto viajaban sólo dos personas, y Abdeslam era el único atacante fugado y buscado por las autoridades de Francia y otros países de Europa.
Según informaron fuentes de la Fiscalía belga a medios de ese país, Bruselas cree que el joven francés aún se encuentra en su territorio y lo busca sin éxito con redadas masivas en la capital y en el municipio vecino de Molenbeek, un distrito que ha hospedado a varios atacantes islamistas en los últimos años.
Por eso, el Ministerio del Interior belga informó hoy a través de un comunicado que el país elevó su estado de alerta por posibles atentados al máximo nivel posible.
De confirmarse que otro atacante está prófugo, los islamistas que mataron a 129 personas e hirieron a más de 350 en los ataques, que fueron reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI), serían nueve y no ocho como se dijo originalmente.
Hasta ahora, las autoridades francesas identificaron a cinco de los atacantes, aunque aún no está del todo claro cuál es su vinculación con el EI, según revelaron los principales medios de ese país.
Además de los dos hermanos Abdeslam, se conocieron los nombres de Ismael Omar Mostefai, un joven de 29 años que nació en los suburbios de París y que sólo tenía antecedentes por delitos menores; Samy Amimur, un joven de 28 años, también oriundo de la capital francesa; y Bilal Hadfi, un ciudadano francés que vivía legalmente en Bélgica.
Hadfi se inmoló junto a otros dos atacantes cerca del Stade de France, el estadio donde jugaban los seleccionados de Francia y Alemania un amistoso.
La policía francesa publicó la foto de uno de estos dos atacantes suicidas que aún no fueron identificados y pidió ayuda al pública. El otro agresor, en cambio, quedó envuelto en una controversia de peligrosas proporciones.
El cuerpo de este tercer atacante suicida fue encontrado junto a un pasaporte sirio, que fue utilizado para ingresar como refugiado por Grecia y luego Serbia y Croacia a principios de octubre pasado. La Fiscalía francesa informó que la huella del cadáver coincide con la huella registrada en Grecia.
Sin embargo, fuentes de la investigación informaron hoy al diario Le Figaro que el documento sirio pertenece a Ahmad al Mohamad, un soldado del Ejército que murió en la guerra civil hace un año.
De confirmarse esto, significaría que el atacante suicida ingresó a Europa con un documento falso y que aún no se sabe nada sobre quién es realmente.
Al mismo tiempo que se buscaba terminar de identificar a los responsables de los ataques, las autoridades de Francia y Bélgica intentan conocer todos sus pasos antes del viernes a la noche.
El canal de televisión francés iTélé informó que investigadores descubrieron que los atacantes utilizaron como base antes de los atentados una casa de Bobigny, un suburbio empobrecido de París, y dos habitaciones de un hotel en Alfortville, en las afueras del sureste de la capital.
De Bobigny salió el comando que lideró la toma de rehenes en el teatro Le Bataclan y, según el canal iTélé, en el piso del departamento los policías encontraron, además de teléfonos móviles y computadoras, restos de explosivo plástico, similar al utilizado en los chalecos con explosivos utilizados durante el ataque.
Se cree que los otros dos comandos salieron de las habitaciones de hotel en Alfortville.
En las 24 horas posteriores a los atentados, las autoridades francesas encontraron dos autos con fusiles Kalashnikov, el mismo tipo de armas que fueron utilizadas durante los ataques, y hoy la prensa informó que la policía confiscó un tercer coche, un Renault Clio negro en la plaza Albert Kahn, en el norte de París.
Además, un cuarto vehículo ingresó recientemente en la investigación, luego de Bélgica detuviera y acusara por terrorismo en relación a los atentados en París a dos personas identificadas como Mohamed Amri y Hamza Attou.
Según el abogado de Amri, su cliente partió de Bélgica en un Volkswagen Golf el viernes a la noche con dirección a París para buscar a Salah Abdeslam y sacarlo del territorio galo.
Xavier Carette, el abogado, agregó en declaraciones a la cadena de noticias pública belga RTBF que Abdeslam llamó el viernes a la noche a su defendido para decirle que se rompió su auto y que necesitaba que lo fuera a buscar.
Amri lo hizo y sacó a Abdeslam y a Attou de París esa misma noche. Antes de lograrlo, la policía francesa paró el auto tres veces en distintos controles callejeros, pero siempre los dejaron continuar viaje.
Según Carette, su representado, Attou y Abdeslam no hablaron de los atentados en ningún momento de las tres horas que duró el viaje, sólo «escucharon música y fumaron algunos cigarrillos».

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