Martín Zuccarelli y su padre, Humberto, preparan el equipo que enfrentará a Gimnasia de Jujuy el próximo domingo y que se juega la vida para permanecer en la segunda división del fútbol argentino. Deberá ganar sí o sí, una tarea muy difícil teniendo en cuenta que en los anteriores 20 partidos de visitante, la Franja ganó apenas en tres ocasiones.
En diálogo con la prensa tras la contundente goleada ante Douglas Haig, el más jóven de los Zuccarelli volvió a mostrarse sereno y firme en sus convicciones.
«Desde un primer momento dijimos que teníamos la convicción de que el equipo iba a mantener la categoría y que todo se definiría en la últma fecha y estamos en ese camino», recordó. Al menos una de esos dos vaticinios ya se cumplió ya que Guaraní resolverá su destino en la última «rodada».
Consultado sobre por qué Guaraní, un equipo con figuras como Barinaga, Bruno, Leguizamón o Benítez y capaz de aplastar a Douglas Haig -uno de los ocho mejores del torneo- tiene que llegar a la última fecha sin saber si se salva o no, Zuccarelli explicó que en parte tiene que ver con la herencia de la campañan del torneo de Transición 2014, donde Guaraní quedó último.
«Llegamos al club en una etapa difícil que venía de una mala cantidad de puntos del Torneo de Transición, no había sacado muchos puntos en el inicio del torneo, estábamos últimos en la tabla de los promedios, sabíamos que estábamos ante una situación tremendamente complicada pero confiábamos en que con el trabajo y la jerarquía de los jugadores de esta plantel podíamos sacarlo adelante», explicó, sin ánimos de poner excusas sino más bien, explicar la realidad del equipo.
También apuntó a otro karma de Guaraní, la gran cantidad de jugadores clave lesionados y fuera de la cancha en buena parte del torneo.
«Lamentablemente no pudimos contar en la mayoría de los encuentros con los jugadores más desequilibrantes, Barinaga, Bruno, Leguizamón no han estado permanentemente a disposición y si bien sacamos 27 puntos en esta segunda rueda, aún faltando un partido, con lo cual no nos iríamos al descenso si dependiéramos de esos puntos ya que proyectándolo por dos serían 54 puntos, corrimos de atrás y en desventaja con las cuestiones matemáticas y numéricas, pero siempre con la esperanza y convicción de llegar a la última fecha peleando», dijo el joven ex DT de Estudiantes de La Plata.
Sobre la forma en que vive y está pendiente de los resultados de los rivales directos, Zuccarelli no se puso el «cassette» y admitió que también juega el partido en varias canchas por este tramo del certamen.
«Los resultados finales los consulté cuando terminaron los partidos, durante el partido íbamos preguntando cada tanto los marcadores, y bueno, lo que sigue es estar expectante otra vez de los resultados de los rivales llegado este momentos dependemos de los resultados de los otros, pero como hicimos en todos los partidos que jugamos de visitante ir con la intención de quedarnos con los tres puntos y que nos den una mano otros equipos que enfrentarán a nuestros rivales directos», afirmó.
El «vocero» de la dupla técnica también se refirió a la gran dificultad que tiene Guaraní para ganar partidos en condición de visitante.
«La verdad que esta es una falla que hemos tenido a lo largo de todo el campeonato, la arrastramos del torneo anterior (nunca ganó fuera de Misiones en el Transición 2014), tampoco era fuerte en el Argentino A, en estos campeonato de equipos de muchas provincias la localía se siente y mucho, ganamos en Pergamino, en Córdoba frente a Instituto, pero tenemos esa deuda de mostrar que de visitante se puede jugar de la misma manera que local», reconoció. Sin eufemismos, dejando en claro que no será facil, pero tampoco imposible.
«El equipo cuando llegó el momento, en situaciones límites que debía ganar, mostró rebeldía y compromiso y temperamento importante y los grandes jugadores aparecen en estos momentos, tenemos un plantel de grandes jugadores», aseguró Zuccarelli.
MB
EP
Guaraní juega el domingo a las 17 ante el «Lobo» en Jujuy; debe ganar sí o sí y esperar otro resultado
