“Nos preocupa que Macri piense que la educación es un gasto público” afirmó el rector de la UNAM

En la semana en la que el Congreso de la Nación prohibió por ley el arancelamiento universitario y estableció la responsabilidad «indelegable y principal» del Estado para con las universidades públicas, el rector de la Universidad Nacional de Misiones, Javier Gortari, fijó postura ante las distintas visiones sobre la educación que tienen los espacios políticos del Frente para la Victoria y la visión del Pro que ve a la educación universitaria como un gasto público.
De cara a la elección del 22 de noviembre en donde dos modelos de país distintos, representados por Daniel Scioli y Mauricio Macri se ponen a consideración de las urnas, Gortari fue taxativo al expresar «preocupación» por lo que pueda ocurrir con la educación universitaria si el macrismo ganara las elecciones.
Esa preocupación de acuerdo a lo que explicó, se fundamenta en declaraciones públicas que hiciera el equipo económico de Mauricio Macri, entre ellos, Carlos Melconian, quien consideró que la educación universitaria gratuita era un gasto público excesivo y que se podría pensar en arancelarla.
La norma aprobada en el Congreso esta semana establece la responsabilidad «indelegable y principal» del Estado respecto de la educación superior, considerándola un «bien público» y un «derecho humano», términos que no aparecían en el texto anterior, en el que, según sostienen desde los 90 diversos sectores universitarios, subyacen lineamientos mercantilizadores dictados por los organismos financieros internacionales. La ley reformada explicita que ningún ciudadano puede ser privado del acceso a la universidad por razones personales o de origen social y hace cargo al Estado de garantizar ese derecho.
Esta ley tenía una demora de dos años en el tratamiento y corría riesgo de perder estado parlamentario. Recordaba la autora del proyecto, la diputada Adriana Puiggrós que si bien en esta oportunidad los senadores del Pro votaron a favor – salvo Gabriela Michetti compañera de fórmula de Mauricio Macri que al momento de la votación se retiró del recinto – El macrismo sí votó en contra de la iniciativa en el año 2013. Según consta en la versión taquigráfica, en aquella ocasión el diputado Eduardo Amadeo dijo que en la universidad pública argentina «hay invasión de extranjeros y de gente que viene de la escuela privada» y que, por tanto, «la universidad pública poco a poco va perdiendo su característica de integradora social», además de ser «ineficiente».
En este sentido, Gortari expresó: «convengamos que buena parte de los economistas que pertenecen al Pro estoy pensando en Melconian, López Murphy, concibieron para todo el sistema de educación universitaria que hacer una carrera gratuita era excesivo y que había que cobrarles a los pudientes y becar a los más limitados en términos de recursos económicos».
Analizó que en los «últimos diez años todo el sistema educativo tuvo una inversión muy fuerte no solo en el personal docente, no docente, en todo lo relacionado al equipamiento, laboratorios, infraestructura y nuevamente pensar que la educación universitaria es un gasto público nos preocupa como sistema».
Reveló que junto a todos los rectores de universidades de distinta extracción política, redactaron una declaración planteando al nuevo gobierno la necesidad de sostener el presupuesto del sistema universitario público, «como un planteo estratégico a futuro en un país que pretende alcanzar la soberanía científica – tecnológica y a partir de ahí el impacto que eso tiene. Estamos con la preocupación de esta concepción distinta de la educación universitaria pública y no es casual que se haya apurado la aprobación de la ley. Que la educación universitaria se convierta en un servicio arancelado al que solo podrán acceder aquellos que tengan dinero, nos preocupa».

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