“El Arsat es tecnología para ser volcada al pueblo”

El satélite Arsat 2 llegó a su órbita definitiva. Varios años de inversión y trabajo están en el espacio colocando a la Argentina en el selecto grupo de países con capacidad de construir sus propios satélites.
El Arsat-2 llevó una inversión de 250 millones de dólares y junto con el Arsat-1 brindará servicios de telecomunicación. El Arsat-2 pesa 2977 kilos y tiene tres antenas que emiten en dos bandas, Ku y C. De ese modo, puede dar señal a todo el continente americano, desde la Antártida hasta Canadá. Esa característica amplía y mejora las capacidades del Arsat-1, que tiene una única antena de banda Ku y concentra su emisión sobre Argentina. Además de ofrecer un mejor servicio en materia de telefonía, de televisión digital e internet, el Arsat-2 también tendrá la capacidad de transmitir multimedia, ya que puede transmitir en dos bandas.
La gran ventaja del Arsat-2 es la considerable ampliación del área cubierta por satélites fabricados y operados por Argentina, algo que sólo consiguieron ocho países en todo el mundo.
Este satélite, además de complementar al Arsat 1 en el área de cobertura en la Argentina y países limítrofes, tiene tres coberturas: América del Norte, Hemisférica (desde el sur de EEUU hasta el sur de la Argentina) y en toda Sudamérica. Ahora la Argentina podrá exportar a nuevos destinos el servicio de operación de sus satélites, haciendo extensiva su oferta a «todos los países de Latinoamérica y el sur de Estados Unidos», que podrán contratar los servicios satelitales.
Desde 2013, Arsat está dirigida por Matías Bianchi Vilelli, un joven de 43 años que es ingeniero industrial muy cercano al ministro de Economía Axel Kicillof con trayectoria en el sector privado. Habla del satélite con la tranquilidad de quien sabe que todo anda bien. La actividad de la empresa no está únicamente dirigida a los satélites, sino que permite la interacción con empresas públicas como Marandú, en Misiones, para la interconexión de redes de fibra óptica que garanticen conectividad a lugares remotos. Bianchi estuvo en Posadas para la puesta en marcha del Data Center de Marandú Comunicaciones, que se realizó el último jueves.

¿Qué significa para la Argentina el lanzamiento del Arsat II?
Significa de alguna manera ratificar lo hecho con el Arsat 1. Estamos ya acercándonos a su posición final, a la posición 81° Oeste a 36 mil kilómetros de altura.
También significa otro hecho importante para la Argentina y para Arsat sobre todo, es cumplir con el mandato que se le dio a Arsat, en el estatuto de su fundación que era desarrollar servicios satelitales, hacerse cargo el Estado de proteger las posiciones orbitales que la Unión Internacional de Telecomunicaciones le había asignado a Argentina y había riesgo de perder, que eran activos estratégicos y hacerlo con satélites hechos en Argentina.
Con todo este paquete cuando tengamos a Arsat II en servicio a mediados de noviembre, habremos cumplido con gran parte de ese objetivo, con lo cual ahora tenemos que empezar a pensar un poco más en el futuro y por eso la presidenta Cristina Kirchner elevó al Congreso la ley para tener un plan satelital geoestacionario.
Ya tiene media sanción en Senadores, con unanimidad, y luego pasa a Diputados. Esto nos fija varios objetivos en el futuro, que tiene que ver con el desarrollo tecnológico, la integración regional, el desarrollo de recursos y una posibilidad que esta evolución tecnológica pueda generar eslabonamientos en otras áreas del entramado industrial.
El otro punto importante es que en esa ley estamos mostrando la voluntad argentina de hacer un trabajo conjunto con la región y que esto siga durante muchos años más.

¿Qué representa Arsat en valores simbólicos?
En valores simbólicos creo que la primera soberanía es la de poder decidir servicios para la gente. Eso es importante porque no es tecnología por tecnología, es tecnología para ser volcada para el pueblo. Arsat I es un satélite que está destinado para dar servicios en Argentina para los argentinos, pasando desde la Antártida, pasando por las Malvinas y cubriendo todo el país, con una calidad de servicios que no tienen otros satélites comerciales hoy en día. Entonces eso no sólo genera el conocimiento y todo el valor agregado de hacerlo en Argentina, sino que estamos teniendo la posibilidad de subir canales regionales al satélite para distribuir contenido. Para mostrar las identidades culturales de todo el país. Además, también muestra soberanía en las posiciones orbitales para que sean cuidadas por nuestros país y el Estado, y no por una empresa privada, que mantiene sus intereses y estábamos muy cerca de perder esas posiciones orbitales, que si bien no son un activo fijo del país, hay que cuidarlas y es mayor el desafío. Entonces son aspectos de la soberanía tecnológica, un proyecto de una definición soberana y que podamos decidir las cosas como país.

Hace no muchos años hubo un ministro de Economía que mandó a los científicos a lavar los platos ¿Cómo Argentina logra revertir un proceso de desinversión y falta de gente preparada?
Esto claramente se inicia por una situación coyuntural. Estábamos cerca de perder las posiciones orbitales y el entonces presidente Néstor Kirchner tomó una decisión política de apoyar muy fuerte econonómicamente a este proyecto, por eso se mandó la ley al Congreso para crear Arsat. Pero no es una historia que comenzó en 2006 como una evolución tecnológica, que fue de muchos años de aprendizaje y dominar proyectos complejos tecnológicos, desde la creación de la CNEA, con el desarrollo nuclear, lo que hizo Invap con el desarrollo de radares, la agencia espacial. La verdad que se está cumpliendo de manera excelente desde los resultados y desde el reconocimiento de la industria mundial.
¿Esto abre el camino para los recursos humanos argentinos, que pueden aspirar a ser científicos?
La misma ley habla de la interacción con la comunidad educativa, para generar esos valores. Lo importante es que no tuvimos que repatriar técnicos y científicos, ya que esta decisión hizo que se queden y no se vayan. También genero la posibilidad de que se potencie el conocimiento que ya estaba.

Con Argentina ubicada entre los diez países que pueden hacer satélites, ¿cuáles son las perspectivas a futuro?
Argentina está entre los diez países que pueden construir un satélite. Y la verdad que tenemos mucho para trabajar, tenemos un base muy fuerte para desarrollar, por eso esta ley habla de un proyecto a 20 años.

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